Mejora económica puede borrar en algunos sectores las pérdidas de 2016

El sector agropecuario, la venta de autos y de utilitarios, el cemento para obra pública, el área sembrada y los fertilizantes crecen por encima de los buenos resultados de 2015.

Luego de atravesar un 2016 complicado, se espera que varios sectores de la economía experimenten este año un rebote que permita recuperar niveles previos. De hecho, en el último trimestre del año pasado algunas actividades “como la venta de autos, de utilitarios, el área sembrada, los despachos de cemento” empezaron a mostrar signos positivos respecto de 2015, un año de crecimiento.
Se estima que la industria alimenticia, la producción de sustancias químicas y de minerales no metálicos terminen el año con mejoras respecto de un año en que el PBI creció 2,37%.
“Esperamos para este año un crecimiento de 3%, que frente a una caída de 2,5% de 2016, estaríamos volviendo a los niveles de actividad de 2015. Lo interesante es que a nivel sectorial no habrá un horizonte parejo”, dijo a El Cronista Jorge Vasconcelos, vicepresidente del IERAL, de la Fundación Mediterránea.
Al comparar el trimestre que va desde noviembre 2014 a enero 2015 con el trimestre que va desde noviembre 2016 a enero 2017, el IERAL observó que los patentamientos crecieron 42,8%.
En tanto, las ventas de vehículos nacionales e importados a concesionarios en base a datos de ADEFA, subió 53,4%, explicado por los automóviles, que se incrementaron 45% y las de utilitarios, con mayor valor agregado, 81,2%.
“El sector automóviles es un indicador temprano interesante en un contexto de tasa de interés real positiva, porque tenés un mayor incentivo a ahorrar que en la época de los cepos”, dijo Vasconcelos.
La mejora en las ventas de utilitarios se explica por el derrame del sector agropecuario. Otro sector favorecido es el de maquinaria agrícola, el cual creció 36% interanual en unidades en 2016, según el IERAL en base al INTA.
En el mismo trimestre corrido, se observó que los despachos de cemento a granel, asociados a la obra pública, crecieron 2%, mientras que las bolsas bajaron 1,4%, por lo que los despachos totales cayeron 0,1%.
“La comparación con 2016 está positiva (1,9%) y con 2015 está empatada, lo cual no es un mal comienzo. Hay una diferencia en lo que es obra pública, que se refleja más en los despachos por granel, que ponderan un tercio del total. El sector privado minorista está con signo negativo todavía, lo cual muestra que el arranque del sector de la construcción es heterogéneo”, dijo Vasconcelos.
El área sembrada también muestra mejoras respecto de 2015. Según datos del IERAL, en base a datos del Ministerio de Agroindustria, este año ascenderá a 36,2 millones de hectáreas, frente a las 34,8 millones de 2015 (+4,02%). Las mejoras se observan en trigo (1,5%), maíz (20,15%), girasol (12%).
Según estimó la consultora Abeceb, la producción crecerá 7,5% en toneladas respecto de 2015/16, no sólo explicado por la mayor área sembrada, sino también por los mayores rindes.
Respecto de las áreas industriales, Abeceb estimó que el rubro alimenticio crecerá 1,4% respecto de 2015, asociada a la mejora en el sector agropecuario y en el consumo; la producción de sustancias y productos químicos, 0,9%, gracias a los agroquímicos y a la mayor demanda de productos farmacéuticos, y los minerales no metálicos, 1,3%, asociada a la mayor venta de vidrio, cemento y ladrillo que se prevé debido al mayor nivel de actividad en la construcción.
“Respecto de la industria alimenticia, será un año mejor para el consumo con algún repunte en el salario real, por lo que afectará a alimentos procesados, bebidas, harinas y carnes, y existe la posibilidad de una recuperación de la faena bovina. También está el factor externo, que está relacionado con la cosecha y los temas climáticos”, dijo Javier Cao, economista de Abeceb.
“El 2015 fue un año muy bueno, por eso también fue tan grande la caída de 2016. Hubo una base de comparación muy alta porque uno de los insumos que se toma para estimar la actividad es la compra de materiales y en 2015 hubo un adelantamiento de las compras por la expectativa devaluatoria”, dijo Cao.