El ex titular de la SIDE se refirió en la 99.9 a la denuncia que presentó contra Cristina Fernández por la aparición de transcripciones de distintos llamados suyos en los allanamientos de la casa de El Calafate.
El espionaje durante la época kirchnerista existió y las pruebas no tardarían en llegar. Una de las personas que fue espiada, decidió presentar la denuncia ante la justicia. Se trata del ex titular de la SIDE, Miguel Ángel Toma que habló a través de la 99.9.
“Esto comienza cuando el juez Bonadío en la causa de los cuadernos allana la residencia particular de la ex presidenta en el Calafate, ahí encuentran una serie de carpetas, siete en total, caídas detrás de un mueble que eran desde intercepciones telefónicas hasta informes personales de distintas personas”, explicó en principio.
Luego detalló los datos más destacados: “en mi caso había desgrabaciones mías del año 2012, una investigación de la vida personal de Reutemman, sobre el diario Clarín y sobre Jaime Stiuso. Era toda una tarea de espionaje interno absolutamente ilegal. Lo que todos sabíamos que ocurría, ahora tiene pruebas y se puede judicializar”.
Lo que destacó Toma es que el origen de todo este montaje fue planteado por el gobierno: “mis hijos y yo hemos sufrido durante mucho tiempo acciones de intimidación pero no teníamos las pruebas para denunciar esa estructura de inteligencia paralela que, como en las peores épocas del terrorismo de estado, a través del Ejército que encabezaba Milani”. Incluso destacó que “presenté en su momento un informe que demostraba como se iba quitando dinero de la inteligencia civil para dárselo a la inteligencia militar en un país que no tiene hipótesis de conflicto. Todo esto iba a la construcción de esta inteligencia paralela, de control represivo para quienes no opinaban de la misma manera que el gobierno”.
Durante el gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, se desarmaron todas las estructuras: “con el kirchnerismo se destruyó la inteligencia civil, se hizo una purga que destruyó toda la estructura y se montó una estructura de espionaje que no es lo mismo que la inteligencia. Argentina enfrenta una disyuntiva fundamental: democracia o autoritarismo y los que vivimos la dictadura no queremos volver para atrás”, concluyó.