El ex titular de la SIDE habló a través de la 99.9 sobre el Vacunatorio VIP y sus consecuencias: “juegan con la vida y el patrimonio del estado, se apropian y lo hacen una prolongación de sus propios intereses”.
Horacio Verbitsky nuevamente se puso en el centro de la escena con su auto incriminación en un delito desatando el escándalo del Vacunatorio VIP en el Ministerio de Salud de la Nación.
Miguel Ángel Toma, hace 30 años ya le había dicho en la cara a Verbitsky que era un operador y hoy, después de tanto tiempo, se sigue mostrando de la misma manera: “hay una superposición entre lo que es informar e incluso opinar o hasta investigar a utilizar al periodismo como una cobertura para operaciones sucias de inteligencia. Lo único que se logra es poner en tela de juicio una actividad central en democracia como el periodismo”, expresó en la 99.9.
Lo que estaba pasando, era lógico que en algún momento iba a salir a la luz porque lo expresaban con total impunidad en las redes: “habíamos visto demasiadas fotos de militantes kirchneristas dándose la vacuna y haciendo la V de la victoria. Era obvio que había un sistema paralelo con ciudadanos de primera y de segunda. Mi mamá tiene 94 años y está esperando que la vacunen, por suerte está bien de salud pero porque Verbitsky si y mi madre no”.
Además, Miguel Ángel Toma indicó que no es muy distinta la situación de otros escándalos que se han vivido en nuestro país incluso recientemente: “así como se arma un vacunatorio VIP para los militantes del poder o para los diputados amigos, también un funcionario es capaz de ofrecerle un plan social a una empleada doméstica para solucionar un problema personal. Juegan con la vida y el patrimonio del estado, se apropian y lo hacen una prolongación de sus propios intereses. Es el autoritarismo en su versión moderna”.
A partir de la confesión de Verbitsky no queda ningún tipo de discusión al respecto: “no hay exculpación posible. El ponerse adelante en la fila cuando no te toca es la típica actitud del ventajero, del que no tiene moral. No hay discusión, la confesión de Verbitsky es como los bolsos de López”, comparó.