Miguel Martin: “No es que no hay camas, sino que falta personal capacitado”

El cardiólogo y legista habló a través de la 99.9 sobre su experiencia como Director Médico de Cardio Emergencias en el traslado de pacientes hacia los nosocomios.

Las historias sobre personas que pasan horas buscando una cama para internar familiares con una situación de COVID grave, han ocupado las primeras planas pero hay una realidad que es ineludible.

Los encargados de los servicios de ambulancias son rechazados pero por un problema aún más importante que la falta de camas. El cardiólogo y legista Miguel Martin es Director Médico de Cardio Emergencias y habló en la 99.9 sobre su experiencia en el contexto de pandemia: “esta pandemia y la gravedad de algunos pacientes, hizo que hiciera públicas algunas situación de 6 horas sin ser admitido, porque fue intolerable. Es cotidiano que recibamos comunicación de las clínicas que nos dicen en el horario de la tarde que no les llevemos pacientes porque no tienen camas”.

Los motivos por los que no se reciben pacientes varían pero no tienen que ver sólo con el espacio físico y las consecuencias pueden ser graves: “tenemos que deambular con el paciente en situación crítica hasta que nos reciben. En tiempos habituales son 1 o 2 horas como mucho pero en 6 horas, hay alto riesgo de vida para el paciente y no es tolerable. Estamos recibiendo comentarios también de que se admiten pacientes de acuerdo a la obra social que tienen”.

Para el Dr. Martin el verdadero problema es más profundo y tiene que ver con la cantidad de médicos preparados: “la situación puntual, no es la cama que no tienen, sino que falta el recurso humano que lo asista. Después de las 8 de la noche, nosotros no podemos llevar gente al Hospital Modular porque no tienen intensivistas”.

A pesar de ello, no se han tomado decisiones políticas para subsanar esta falencia: “mi hija es médica, se recibió hace un año y no puede ejercer porque tiene que hacer la práctica. La tendrían que convocar bajo la supervisión de médicos de mayores experiencias para atender patologías leves liberando personal experto para estas cuestiones”.

Lo que la política proyecta, después en el campo no se puede realizar y es una gran falencia en distintos aspectos. En el caso de la salud, queda más expuesta la situación: “se está perdiendo hasta la solidaridad entre los colegas y es lo que está dejando la pandemia también. Tiene que ser más efectivo el proceso que se diseña detrás de los escritorios, se plantean políticas que cuando tienen que aplicarlas, no se hacen”, concluyó Miguel Martin.