Millonario ruso quiere comprar Día y competir con las grandes cadenas de retail en Argentina

Mijail Fridman lanzó una oferta pública de acciones para quedarse con el control de la cadena. Su plan contempla crecer de manera agresiva en Argentina.

Nacido hace 54 años en la ciudad de Leopolis, antigua Unión Soviética, Mijail Maratovich Fridman es hoy uno de los hombres más ricos de Rusia. Empresario, inversor y filántropo, la revista norteamericana Forbes asegura que su fortuna personal oscila en los u$s15.000 millones y lo identifica como el dueño de la multinacional rusa Alfa Group, un conglomerado que abarca desde negocios industriales a financieros.

Con nacionalidad ucraniana e israelí, Fridman es quien quiere comprar ahora la cadena de supermercados Día y convertirla en Argentina en uno de los principales players de este sector que hoy dominan grandes retailers como los franceses de Carrefour y los norteamericanos de Walmart.

A través de su empresa inversora LetterOne (L1), que tiene sede en Luxemburgo, Fridman acaba de lanzar una Oferta Pública de Acciones (OPA) sobre el capital de Día a un precio de 0,67 euros por título.

De acuerdo a los medios españoles, el precio de la OPA se traduce en un premio del 56% sobre el valor actual de las acciones pero muy por debajo de las que el mismo Fridman compró el año pasado cuando ingresó al capital de la cadena de supermercados de descuento española.

Esa operación le permitió pasar a controlar el 29% de Día, convirtiéndose en el principal accionista minoritario de la cadena europea que en Argentina opera 400 tiendas en la Ciudad de Buenos Aires y 964 en todo el país y en donde tiene previsto alcanzar los 1.000 puntos de venta en el 2020.

De hecho, el propio Fridman acaba de asegurar que su objetivo es llegar a controlar el 100% del capital y llevar a cabo un plan de negocios que le va a permitir a Día volver a liderar el mercado español y, a la vez, convertirse en un jugador importante del mundo del retail en Argentina, Brasil y Portugal.

En el caso local, las ventas de Día representan un poco más del 17% del volumen global de la cadena, lo cual hace que se trate del segundo mercado en importancia detrás del español y que, por la devaluación y la caída del consumo, le genere en la actualidad más dolores de cabeza que beneficios.

En este marco, el multimillonario ruso pretende igualmente recomponer los números de Día que, además de la OPA, incluye un aporte de 500 millones de euros destinado a desarrollar una estructura de capital viable a largo plazo.

Pero ese flujo de fondos está condicionado a la compra de las acciones y a obtener un acuerdo de reestructuración de deuda satisfactorio con los bancos acreedores de Día.

Ocurre que la cadena española viene atravesando por fuertes problemas financieros y de gestión que la llevaron a tener un patrimonio neto negativo y a despedir, a fines del año pasado, a su principal ejecutivo, Antonio Coto, quien había llegado al puesto de CEO global de la cadena después de haber orientados los negocios en la Argentina. Sin embargo, la profunda crisis que atraviesa le costó la cabeza a Coto, quien no duró más de cuatro meses en el puesto y fue reemplazado por un directivo español.

En ese momento, el directorio de Día inició una renegociación de su deuda con los bancos que contemplaba una línea de liquidez por 200 millones de euros para seguir operando y una ampliación de capital de 600 millones de euros.

Ahora, la propuesta de Fridman podría cambiar el rumbo de Día si es que finalmente se concreta. Cuando ingresó al capital de la cadena, en febrero del año pasado, el magnate ruso sufrió casi de manera inmediata los problemas de la crisis de Día. Sus acciones cayeron y la empresa presentó un balance con ganancias un 37% menores por la caída de las ventas en España y en Argentina.

Desde entonces, no ha logrado revertir el escenario a pesar de lo cual Fridman volvió a comprar acciones de la cadena en la bolsa española para llegar al 29% actual.

Como paso previo a su oferta, tanto el millonario ruso como los restantes representantes de Letterone en el directorio de Día abandonaron sus cargos en el Consejo de Administración, tras considerar insuficiente el aumento de capital de 600 millones de euros planteado por la actual conducción de Día.

En este contexto también se está llevando a cabo un proceso de reducción de sus activos en el mundo que se inicia con la puesta en venta de Clarel, una cadena de farmacias, perfumería e higiene personal cuyo mandato para encontrar compradores fue cedido a los bancos Santander y BBVA.

De todos modos, la situación del grupo se deterioró cuando, en octubre del año pasado, el JPMorgan publicó un informe crítico sobre el futuro de Día y el propio grupo emitió un “profit warning” en el cual anunciaba que esperaba una sustancial baja de su Ebitda y que no iba a pagar dividendos este año.

Si bien los resultados del 2018 todavía no se conocen, se espera que sean menores a los del 2017 cuando ya había registrado una caída del 19,2% con una ganancia líquida de 108 millones de euros.