Esta mañana en la 99.9, Adriano Toniut y Mónica Rizzo, integrantes de la colectividad italiana, dieron detalles sobre dos notas de Gustavo Pulti y Adrián Alveolite pidiendo el traslado del monumento a Cristóbal Colón hacia Mar del Plata. El problema es que ninguno de ellos consultó a la comunidad de italianos en Argentina. Incluso, el último comunicado está amparado por una entidad que fue dada de baja de la Federación Italiana.
El traslado del monumento de Cristóbal Colón desde las cercanías de la Casa Rosada hasta Mar del Plata empiezan a develar irregularidades que habría cometido el Poder Ejecutivo de nuestra ciudad. Esta mañana en la 99.9, el miembro del Consejo General de los Italianos en la Argentina, Adriano Toniut, brindó detalles sobre el inicio de este conflicto que hoy envuelve a la comunidad italiana: “a raíz de la decisión de la Presidenta de trasladar el monumento, había una necesidad de que este monumento fuera puesto en algún lado. Mar del Plata, a través de sus autoridades, dijo que estaba dispuesta a que viniera acá”.
A continuación dejó en claro la posición que han tomado al enterarse de esta intención: “como miembros de la colectividad, hemos dado nuestra solidaridad a las autoridades de Buenos Aires; nos parecía un disparate. El monumento fue donado por la colectividad italiana al Gobierno Nacional”.
Desde entonces se sucedieron diferentes muestras de acompañamiento a la intención de que la imagen de Colón se quede donde está: “en Buenos Aires empezaron a hacer manifestaciones, reuniones delante del monumento; y hasta sé que intervino el Embajador Italiano pidiendo reunión con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. El 2 de junio salió un comunicado en el diario La Nación donde dice que la colectividad de Mar del Plata pidió el monumento, entonces emitimos un comunicado por todas las instituciones”. Luego abundó: “en ese comunicado decimos que no queremos que el monumento se saque de ese lugar, nunca pedimos el retiro del mismo y nunca fuimos consultados. Si alguna institución lo pidió, lo hizo a título personal, pero no representa el sentimiento de la sociedad italiana de Mar del Plata que está en contra de que se retire”.
Mientras las reuniones se suceden, el origen de todo esto estaría dado en dos cartas: una del intendente Gustavo Pulti y otra de Adrián Alveolite: “tengo conocimiento de que Adrián Alveolite presentó una carta como miembro de la Asociación Lígure, pero no tengo conocimiento del contenido. Posiblemente lo hayan pedido ellos, pero en Mar del Plata hay cerca de 25 instituciones y no han consultado a nadie. Esto no representa el sentimiento de la colectividad”, resaltó Toniut. También indicó que “los lígures me merecen el mejor de los respetos, pero como institución prácticamente no existe; no son una entidad de importancia en Mar del Plata. Fue una medida inconsulta”.
A pesar de todo ello, la decisión parece estar tomada y hay cierto problema particular con el monumento: “estaba cercado y el día 12 de octubre se hacía una manifestación con ofrendas florales. Últimamente no lo podían hacer porque no les permitían el acceso al monumento, incluso nos contaron que los corrieron con la policía”.
La carta de Gustavo Pulti
También en la 99.9, Mónica Rizzo, integrante del Comité de Mar del Plata y secretaria del Consejo Ejecutivo de Comités, dio detalles sobre el primer comunicado que elevó el intendente Gustavo Pulti para que el monumento llegue a Mar del Plata. “La nota del Intendente es de noviembre de 2011. Por lo que tengo entendido, es antes de la nota de Alveolite”, destacó.
Todos los movimientos se hicieron sin consultar a nadie, ni siquiera a la propia colectividad italiana que debe ser parte de una decisión de este tenor: “la colectividad no tenía conocimiento de esto, yo me enteré este año. La colectividad, en forma organizada, nunca había pedido el traslado. En una reunión intercomités salió una nota firmada por todos donde nos oponemos al traslado y pretendemos que el monumento quede en Buenos Aires”.
En su comunicado hacia el propio Parrilli, Gustavo Pulti se toma la atribución de considerarse voz de la colectividad italiana sin siquiera haberlo comentado. Rizzo leyó textualmente el encabezado de la carta del intendente: “en la nota a Parrilli dice ‘a través de la presente deseo informarle que miembros de la colectividad italiana de nuestra ciudad han tomado conocimiento de la posibilidad de alguna forma de intervención urbana en el ámbito de emplazamiento del monumento al navegante genovés Cristóbal Colón, que se encuentra ubicado sobre el Paseo Colón en las adyacencias de la Casa Rosada de la Ciudad de Buenos Aires . Frente a estas circunstancias, en virtud de esta comunidad que transmito en su representación en este acto, hacer saber a la señora presidenta Cristina Fernández de Kirchner que la familia italiana residente en Mar del Plata vería con sumo agrado se evalúe la posibilidad de relocalizarlo en nuestra ciudad”.
Con la evidencia de lo irrespetuoso que ha sido Pulti hacia el sentir de la comunidad italiana, después avanzó Adrián Alveolite. Amparado bajo una asociación que ni siquiera está reconocida, pidió lo mismo siempre “en nombre de la comunidad toda”. “Nosotros tomamos conocimiento de esto porque nos hicieron saber del contenido de esta nota. No vi la nota de los Lígures, que el año pasado fueron dados de baja de la Federación Italiana porque no tiene actividad. Esto es lo que a nosotros nos preocupa mucho, se dio de baja el año pasado porque ya venían sin actividad; incluso no sé si siguen manteniendo la personería jurídica”, finalizó Mónica Rizzo.