Mucho más que ruta

En nuestro país no hay pruebas para acusar al Gobierno de narcotraficante, pero sí las hay para decir que tiene un profundo desinterés en la radarización y el control del narcotráfico; es decir que con su evidente inacción termina, queriéndolo o no, garantizando las rutas de la droga.

pag.5 aLa mayoría de la gente cree que el negocio es traficar. Sí, es cierto que es un negocio; pero mejor aún es garantizar las rutas del narcotráfico, el control de las fuerzas policiales, la justicia, los organismos del Estado. Esto lo saben muy bien las cabezas de los carteles de la droga, porque de hecho lo ponen en práctica a menudo. Un dato alarmante: muchos de esos “capos” se están instalando en la Argentina y no porque les guste el clima o el tango: lo hacen porque encuentran terreno propicio para sus macabros negocios. O nos damos cuenta rápido, o terminamos como México, que está al borde de transformarse en Estado fallido.

Los colombianos operan al sur de Santa Fe. Los mexicanos de Sinaloa en Pilar y Escobar. Los peruanos de Sendero en la villa 31 y en la 1114. Los dominicanos venden al menudeo. Y los bolivianos producen en la zona de Liniers.”

Claudio Izaguirre

Claudio Izaguirre es diplomado en Tratamiento de Adicciones Tóxicas y no Tóxicas por la Universidad Tres de Febrero y referente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA). Pocos como él para ofrecer un panorama –desolador- del presente, por eso recurrimos, y esto fue lo que nos ofreció con lujo inusual de detalles.

 

Noticias & Protagonistas: ¿Es verdad que seis grupos manejan el tráfico de droga en la Argentina?

Claudio Izaguirre: Sí, vienen operando desde hace cinco años, y lamentablemente la situación del país empeoró en arribo, comercialización, exportación y producción de droga en forma alarmante. Vi un informe de la provincia de Santa Fe donde decía que el consumo de marihuana había aumentado diez veces, lo mismo el consumo de cocaína en jóvenes, que pasó de 0,9% a 2,7%. Un informe de la ONU dice que Argentina es el mayor consumidor de cocaína de Latinoamérica. Esto ha dividido el país en parcelas, comercializando la droga con todo descaro.

 

N&P: ¿Nos puede aportar datos concretos?

CI: Sí, claro. Los colombianos operan desde la isla de Cerrito hasta el sur de Santa Fe, usando el puerto de Rosario para exportar a Europa. Los mexicanos del cartel de Sinaloa están instalados hace años en Pilar y Escobar, y usan el puerto de Buenos Aires o el cruce Zárate Campana para exportar a Europa. Tenemos los peruanos de Sendero instalados eternamente en la villa 31 y en la 1114, que fueron los que trajeron el paco al país. El cartel de Amambay en la zona de Zabaleta, en Villa Soldati. Los dominicanos comercializando al menudeo, el “combo” a menores. Y los bolivianos, hablo de narcotraficantes, produciendo en la zona de Liniers. Es decir, un panorama muy preocupante, que hace que estos tipos trabajen con impunidad. Algunos viviendo en barrios caros como Puerto Madero, apetecido por la clase política…

 

N&P: ¿No tendrán buenos clientes por ahí también…?

CI: Es muy probable. Y si no son clientes, alguno será socio. La situación es ésta porque no se combatió el problema desde su origen. Se combate la consecuencia, pero para cuando ésta llega, ya es tarde. Que Migraciones permita el ingreso de cualquier persona porque en el país no tiene antecedentes hace que los grandes jefes vengan para acá sin problemas.

 

N&P: Hay casos que por convenio ya ni siquiera necesitan pasaporte…

CI: Tenemos un serio problema migratorio. El narcotraficante encuentra en Argentina un espacio en el que puede hacer su tarea sin ser molestado. Esto hace que diarios como el New York Times nos cite como narco-república. Si pensamos en el avión de los Juliá vamos a entender por qué el servicio de inteligencia español y la DEA no le avisaron al país lo que estaban investigando.

 

Llevamos 6 o 7 años diciendo que tenemos 750 pasos clandestinos con Bolivia, 60 con Paraguay que no han sido cerrados o custodiados debidamente.”

Claudio Izaguirre.

 

N&P: Sí, pero eso habría que complementarlo, porque los Juliá transportaban, pero allá alguien compraba y distribuía, y los españoles se cuidan de esconder esa parte.

CI: En Argentina pasa lo mismo cuando se intenta seguir más allá de la incautación de la sustancia. Los jueces cierran los expedientes antes de ver el origen de la droga incautada

 

N&P: ¿Usted cree que el Estado sufre de anomia para avanzar? ¿O es miedo? Porque si ustedes tienen información tan precisa, ¿por qué no se actúa?

CI: Llevamos 6 o 7 años diciendo que tenemos 750 pasos clandestinos con Bolivia, 60 con Paraguay que no han sido cerrados o custodiados debidamente. Tenemos más de 1.500 pistas clandestinas en el norte, no abordadas por Fuerza Aérea, no fueron destruidas o siquiera revisadas. Sólo en Chaco hay 141 pistas que operan diariamente sin problemas. En el norte de Santa Fe, escuchamos a una jueza diciendo que llovía marihuana. Tenemos un problema serio, pero no un combate directo al ingreso de droga, y a los grandes jefes instalados. Inteligencia de todo el mundo tiene sus nombres, incluso los de sus segundos que se adelantan y les van abriendo camino.

 

N&P: Lo ocurrido estas últimas semanas en Santa Fe y el gran Rosario ¿no alcanza para tomar conciencia?

CI: Parece que no. Yo visité Rosario, caminé Villa Banana, que está alrededor de la vía del tren. Vi que la ciudad tira la basura en la puerta de la villa. Hay datos interesantes: visité el destacamento de policía dentro de la villa, un tráiler donde va un solo policía, el que es castigado. Jamás está dentro del tráiler, duerme en un kiosco de enfrente, y el tráiler se usa como espacio para practicar tiro por los lugareños… gente armada que lo usa como blanco. Quiere decir que hay ausencia policial dentro de la villa; tampoco entran las ambulancias, no hay justicia ni salud. Y el único que se hace cargo es un jefe narco: él les compra los medicamentos, traslada al hospital a los chicos con su 4 x 4, y la gente, claro, le responde. Son gobernadores de hecho…

 

N&P: ¿No es el modelo de Escobar Gaviria en Colombia?

CI: Claro, pero acá se aplica en la villa La Antenita en Tucumán, en La Bolsita en Ushuaia. Donde haya gente pobre encontraremos gente como ésta que reparte dádivas, tiene armas y dinero y se hace dueño ante la ausencia del Estado. Así han avanzado en particular los narcos peruanos en las capitales de todo el país.

Drogarse con éxito

pag.5 cHace unos días que la prédica despenalizadora de Zaffaroni y compañía bajó el perfil mediático. Pero no es arrepentimiento, sino una estrategia más silenciosa para frenar las críticas; al menos esa es la opinión de Izaguirre: “Están haciendo un trabajo minucioso en cuanto a la desaparición de los espacios de asistencia; los centros provinciales de asistencia (CPA) de la provincia están siendo cerrados por ahogamiento, desde el Gobierno no pagan alquileres, luz, gas”. Los profesionales, cuenta, atienden a oscuras, como sucede en Ramos Mejía, en Ituzaingó, en Lanús, y también en Chapadmalal.

La situación es que en nuestra provincia hay ocho CPA que se convirtieron en espacios de internación gratuita para dependientes de clase baja. “El de General Rodríguez, cuando les cortaron el gas tuvieron que sacar a los internados y cerrar el lugar –cuenta el entrevistado-. ¿Por qué? Para poner como solución los grupos de reducción de daño en los hospitales, que son ONG que enseñan a los pibes no a dejar de drogarse, sino cómo hacerlo con éxito”.

La mesa chica de la liberalización de la droga está formada por Zaffaroni, Carmen Argibay, Diana Conti, Victoria Donda, Ricardo Gil Lavedra, Rafael Bielsa recientemente, y por supuesto Aníbal Fernández, todos ellos van por liberalizar, e hicieron un proyecto de ley para asistencia de adictos que impone los grupos de reducción de daño pero para eso tienen que desaparecer las Comunidades terapéuticas privadas y los centros de rehabilitación gratuitos. Cuenta Claudio Izaguirre que “a través de Mariotto estarían impulsando la desaparición de estos institutos en la provincia de Buenos Aires, la única que tiene centros de rehabilitación gratuitos como La Rioja”. Alguna vez los tuvo Tierra del Fuego, pero Leonardo Gorbach, que era diputado y está en la mesa chica, los hizo desaparecer. Es una política de Estado para imponer esos grupos de reducción de daño que no actúan contra el consumo, al contrario, lo favorecen.

Mientras tanto, en la Argentina, el cartel de Sinaloa, uno de los más poderosos en México, una organización más parecida a un holding empresarial que a una banda, opera con amplio margen. Nueve mexicanos detenidos en un laboratorio de Ingeniero Maschwitz pertenecen al cartel liderado por Joaquín “Chapo” Guzmán Lorea, el más peligroso de los capos mexicanos y el más buscado por los Estados Unidos. Todos ellos estarían involucrados en el triple crimen de la efedrina aún no resuelto.