El Dr. Mario Juliano, presidente de la Asociación de Pensamiento Penal, indicó esta mañana en la 99.9 cuáles fueron las razones para iniciar la campaña “Conmigo No Cuenten”, orientada a generar conciencia sobre las agresiones de los vecinos hacia los delincuentes. “Las consecuencias legales pueden ser muy graves”, aclaró.
La campaña “Conmigo No Cuenten” está orientada a generar conciencia sobre los “linchamientos”, que han ganado protagonismo en los medios con casos de vecinos que golpean, agreden y hasta matan a los delincuentes.
Esta mañana en la 99.9 habló el Dr. Mario Juliano, presidente de la Asociación de Pensamiento Penal, entidad que impulsó la campaña: “estamos viviendo un momento muy álgido y es preciso y necesario que la dirigencia, los tres poderes del Estado y los comunicadores estemos haciendo un llamamiento a la paz, señalando que no es el modo de resolver el conflicto, además de las consecuencias legales que pueden ser muy graves”.
Juliano pidió que los actores del sistema judicial se aggiornen para evitar que se generen estas coyunturas extremas. “Hay un malestar que tiene causas objetivas, reales. Los tres poderes tenemos que revisar lo que estamos haciendo, porque tenemos una realidad social muy dinámica y cambiante. Hay jueces que todavía se manejan como si estuviéramos en 1940. Eso no quita que haya ciertos sectores del reclamo que están alimentados por un recurso autoritario y ninguna respuesta los satisfacerá”, apuntó el juez.
Las razones por las cuales se debe frenar esta locura de las agresiones tiene que ver, para Juliano, nada más ni nada menos que con la democracia: “la sociedad democrática indica convivir con el pluralismo y las opiniones diferentes que funcionan dentro del sistema democrático de derecho. Los funcionarios públicos debemos estar predispuestos a la crítica fuerte, pero hay expresiones con las cuales no puedo coincidir”.
También aclaró que desde el punto de vista de la Asociación de Pensamiento Penal, hay otros delitos que son peores y las personas que agreden ni siquiera piensan en ellos: “los vecinos que protagonizaron los linchamientos tienen una situación sesgada de la realidad, porque se preocupan por ciertos delitos y delincuentes dejando de lado que hay delitos y delincuentes mucho peores de los cuales no se preocupan y conviven con nosotros todo el tiempo”.
Tal como ha sucedido con otros hechos importantes y mediáticamente exacerbados, este auge también pasará en algún momento, pero quedará dentro del ideario popular: “necesariamente, el tema se irá diluyendo. Hay medios que se han puesto muy firmes rechazando estas cosas y llamando a la paz. Obviamente, quedará una marca, como los saqueos y el ‘que se vayan todos’”.
Por último, señaló que las cárceles deben cumplir una función y contar con ciertas normas mínimas para ofrecer un destino a quienes están detenidos: “hay que plantearse cuántos presos queremos tener y qué hacer con ellos una vez que los tengamos, para hacer un planteo profundo y realista. El encarcelamiento debe responder a pautas morales y éticas; en estas condiciones, el Estado está en inferioridad respecto de los propios delincuentes”.
Mientras tanto, el debate continúa abierto entre quienes fomentan estas reacciones y quienes advierten sobre su peligrosidad.