El ingeniero Claudio Verrastro, contó esta mañana en la 99.9 los detalles sobre el desarrollo del primer Tomógrafo por Emisión de Positrones de Latinoamérica que fue diseñado y construido en el país y el año próximo estará instalado en el Hospital de Clínicas. “Tiene importancia porque se utiliza para el diagnóstico precoz del cáncer y de enfermedades cardíacas”, destacó.
El desarrollo en nuestro país del primer Tómografo por Emisión de Positrones fabricado en Latinoamérica, es un avance más de la ciencia argentina. El encargado de ese proyecto es Claudio Verrastro que esta mañana, en la 99.9 brindó detalles sobre el trabajo que estuvieron realizando y que tendrá a este nuevo elemento de diagnóstico instalado desde el 2015: “es un desarrollo que hace mucho tiempo estamos llevando a cabo en el Centro Atómico Ezeiza. Es un aparato destinado al Hospital de Clínicas de Buenos Aires donde lo instalaremos el año que viene”. Sobre algunas de las aplicaciones posibles, agregó que “tiene importancia porque se utiliza para el diagnóstico precoz del cáncer y de enfermedades cardíacas”.
Por otro lado, destacó que todavía restan algunos pasos para instalarlo definitivamente: “es el primer equipo, es un prototipo, tiene que pasar por una etapa de validación para su homologación, pero tiene dos patentes de invención”.
La gran ventaja que presenta el tomógrafo es que puede ser construido en nuestro país y eso permitirá llegar a una mayor cantidad de hospitales: “una de las pautas del desarrollo es que pueda ser fabricado en el país con el mínimo de los componentes importados, pero la idea es que sea un equipo económico, de fácil mantenimiento. Actualmente no hay equipos de estas características en ningún hospital público del país”.
Además de los usos que ya indicó hay una gama más amplia de estudios que puede realizar. “Esto se usa para el diagnóstico precoz del cáncer, pero también diagnosticar enfermedades como Alzheimer o la viabilidad cardíaca si una persona se debe operar de un bypass coronario. En la clínica diaria se lo utiliza también para el seguimiento de las enfermedades de este tipo, uno puede controlar si la respuesta al tratamiento es la adecuada”, explicó Verrastro.
Incluso destacó que “toda la población mayor de 50 años debería hacerse un estudio de este tipo cada un año y medio o dos años. En la práctica esto no se cumple porque las obras sociales no cubren el tratamiento preventivo y no hay cultura médica para que se aconseje al paciente”.
Es una grata noticia que forma parte de un sistema de trabajo que en los últimos años ha brindado un fuerte respaldo al sector de la Ciencia y la Tecnología, un verdadero acierto del gobierno nacional. “Trabajo en la Comisión Nacional de Energía Atómica desde el año 79 y jamás tuve tanto trabajo como ahora y tampoco con proyectos tan interesantes. Estamos trabajando también en la instrumentación nuclear para reactores tanto de plantas locales como de Atucha II”, destacó.