La fiscal Andrea Gómez explicó en la 99.9 que no se controla habitualmente a las personas que fueron condenadas por violaciones y recuperan su libertad. Lo hizo refiriéndose al caso de Claudio Napolitano que fue recapturado recientemente. “La ausencia de los controles no es propia de los delitos de abuso sexual, pasa en todos los casos”, destacó.
La detención del violador serial Claudio “Pepino” Napolitano de 43 años, causó mucha conmoción. No sólo por los aberrantes hechos que llevó adelante desde 1996, sino porque había sido condenado a 25 años y en 2003 salió en libertad para seguir ampliando la lista de víctimas.
Uno de los tantos fiscales que intervienen en la causa es la Dra. Andrea Gómez que en la 99.9 dio detalles sobre el caso: “la investigación principal la tiene la Dra. María Isabel Sánchez que concentra la mayor cantidad de IPP. El resto de los fiscales nos fuimos sumando mucho antes de la detención de Napolitano cuando tuvimos hechos muy similares en los últimos turnos. Fuimos advirtiendo un mismo modo de actuación del delincuente. Cada uno avanza en su investigación para aprovechar los actos procesales para ganar tiempo”, explicó sobre la gran cantidad de agentes fiscales que intervienen en esta causa.
Después agregó: “estamos trabajando María Isabel Sánchez, Marcos Pagella, Juan Pablo Lódola y Moyano. En 2009 hubo 6 casos y entre el 2012 y 2013 otros 6 casos, de los cuáles 5 tienen perfil genético masculino y hay que hacer la confrontación con el ADN de esta persona”
La investigación ha sido muy minuciosa y se tuvieron en cuenta varias situaciones puntuales: “en el tema de abusos sexuales hay que ser cauto tomando los parámetros de la investigación por cuestiones estratégicas. En este caso se tuvieron en cuenta los hechos con similares características y en determinadas zonas. En ese momento, los fiscales más antiguos dijimos que nos parecía similar al modus operandi de Napolitano en aquellos años”.
La condena que pesaba sobre él se redujo notablemente a pesar de que los cargos eran graves: “fue condenado por 7 u 8 casos de abuso y robo calificado también”, especificó Gómez. El problema es que nadie controló a un violador que, está comprobado científicamente, seguramente volverá a repetir la conducta. “No hay ningún tipo de control. “Habrá habido comunicaciones de ley, pero no la publicidad suficiente. En la primera parte de la declaración cuando lo interrogamos sobre los datos personales aclaró que quien lo había liberado a él había sido la Corte. La sentencia fue apelada, la Cámara local bajó la condena de 25 a 22 y se fue a recurso extraordinario aplicando la ley del dos por uno que licuó 18 años de condena”.
Sin embargo, Gómez agregó que “la ausencia de los controles no es propia de los delitos de abuso sexual, pasa en todos los casos. En el último turno he tenido gente con salida transitorias que estaba prófuga desde el mes de diciembre, inclusive algunos cumpliendo arrestos domiciliarios”.
Napolitano, no vivía solo en la ciudad, sino que viajaba al sur y es probable que tuviera la misma conducta allí: “alternaba su estadía en Mar del Plata con estadías en el sur del país, la Dra. Sánchez está averiguando si hay algún registro de violación similar en el sur, pero todavía no tenemos novedades. El hecho de darlo a publicidad puede colaborar para que alguna víctima denuncie algún caso más que puede haber sucedido”, especificó la fiscal.
Por último, se refirió a la asistencia que le pueden brindar a las víctimas de abusos sexuales o violaciones: “los fiscales no sólo nos comunicamos con la víctima sino que le brindamos la ayuda psicológica del Centro de Atención a la Víctima, para tratar la internalización de esa situación y volver a revivirla. Nos pasa en los abusos sexuales que borraron de su mente el episodio. La asistencia del Estado es bastante precaria, como Ministerio Público tratamos de contener a las personas, pero no es a nivel terapéutico, sino para que sirva la declaración como prueba además de determinar la idoneidad del testigo”, finalizó.