Mónica es una vecina que fue asaltada a las 4 de la tarde en Edison e Irala por dos chicos que se metieron en la villa y son delincuentes conocidos en la zona. Por su trabajo como filetera, debe atravesar zonas peligrosas todos los días y no hay un camino que le dé más seguridad: “Agarre por donde agarre, es inseguro”, afirmó esta mañana en la 99.9.
La inseguridad sigue presente incluso en zonas que no están tan alejadas de centros urbanos que son muy transitados durante todo el día. Esta mañana, en la 99.9, Mónica brindó su testimonio sobre el asalto que sufrió en Edison e Irala: “después de trabajar, siempre voy y vengo caminando por Edison, al cruzar Irala tomo la vereda de La Campagnola a las 4 y cuarto de la tarde. De golpe me encuentro con que tengo un ladrón adelante mío con la cara tapada tipo piquetero, otro al lado que ni siquiera lo llegué a ver. Me miraron y me dijeron “señora, la voy a robar”. Me tiraron violentamente la cartera, me agarraron del brazo, me tiraron para atrás y caí al piso”, relató.
Con una tendinitis en el brazo del cuál la tomaron, el dolor por la caída se acentuó, pero más aún la bronca por la impotencia que generan estos hechos. “No se ni como caí, de repente me encontré sentada viendo como estos dos cruzaban Edison y se metían dentro de la villa. Al ratito tuve gente que me ayudó a levantarme porque estaba llorando del dolor y de la impotencia”, continuó.
Al parecer, estos delincuentes son muy conocidos en el barrio y habían protagonizado otros asaltos de similares características. “Un vecino paró una camioneta de la policía, me levantaron un acta, se arrimaron algunos vecinos diciendo que los dos ladrones eran muy conocidos e incluso que ya los habían detenido y los liberaron”, agregó Mónica.
Incluso pudo escuchar relatos sobre otros hechos donde estos dos chicos habían lastimado a distintas personas sin ningún tipo de pudor: “salen de la villa, roban y se vuelven a meter adentro. Contaban muchos hechos que incluían siempre a ancianos, mujeres solas y hasta una embarazada que le podría haber pasado cualquier cosa”.
Si bien está acostumbrada a andar con cuidado porque debe transitar zonas muy peligrosas, nunca se pueden naturalizar estos hechos: “otra chica policía me dijo que no podía andar sola por zonas peligrosas. Me pareció que me estaba cargando. Vivo en Termas Huinco, tengo que cruzar la plaza porque soy filetera y tengo que ver si no hay chorritos, si no están falopeandose. Agarre por donde agarre, es inseguro, no hay un lugar por donde pasar sin peligro”, aclaró la vecina.
Como siempre, el perjudicado termina siendo la persona robada y en este caso, a Mónica, también le afectaron su única entrada de dinero: “lo peor es que son conocidos por todos. A mí me mataron con esto porque soy la cabeza de mi familia y me arruinaron una semana completa de trabajo porque tenía el tendón desplazado en el brazo”.