“No trato de exponer a Víctor Hugo Morales como un demonio”

Pablo Sirvén es el autor del libro “El Converso” que cuenta la relación de Víctor Hugo Morales con el kirchnerismo pasando de ser un crítico acérrimo a su figura más emblemática. En la 99.9, contó que “lo quería mostrar con todos sus matices”. Además, destacó que “es un personaje que todas las mañanas se levanta como si fuera un soldado de la causa, militando algunos temas que al gobierno le interesa”.

Pablo SirvenEl libro “El Converso” de Pablo Sirvén fue uno de los temas de debate en las últimas horas por el detalle que se realiza allí de la vida de Víctor Hugo Morales y su cambio radical de pensamiento respecto del gobierno del kirchnerismo y que, además, provocó la salida de otro material, en este caso autobiográfico escrito por el propio asistente del periodista.
En la 99.9, Sirvén explicó de dónde surgió su idea de escribir este libro: “me pareció que un libro sobre Víctor Hugo Morales era una buena forma de tratar esta época a través de eje emblemático ya que como relator de fútbol siempre fue muy crítico del kirchnerismo e hizo un giro de 180 grados convirtiéndose en su figura más emblemática”, destacó.
Respecto de la biografía, agregó que “parece una réplica. El asistente de él venía trabajando hace mucho tiempo en ese libro, pero no estaba prevista su salida y me parece que se apuró o se la hizo coincidir con El Converso para tener luz propia. Mi libro no es para ofender ni chabacano, sino muy serio, documentado y con muchos testimonios. No trato de exponerlo como un demonio, sino con todos los matices que tiene”.
Lo que particularmente atrajo al escritor, fue el presente de Víctor Hugo en su programa de radio y su fidelidad absoluta a Cristina Fernández: “es un personaje que todas las mañanas se levanta como si fuera un soldado de la causa, militando algunos temas que al gobierno le interesan. Funcionarios que no hablan en otros medios, hablan allí. Victor Hugo y 6,7,8 son los que reparten agenda en los medios cercanos al gobierno que han surgido en estos años alentados por una abultada pauta oficial. Además, está en una radio que en el resto de la programación es muy crítica”.
Específicamente refiriéndose a los contenidos del programa radial, puntualizó que “cambia el foco. No es solamente simpatizar, sino que es como una militancia muy firme y ardorosa. En algún sentido se parece a Radio Rebelde La Habana, además la obsesión con Magnetto y Clarín”. Pero resaltó que esa enemistad con el Grupo Clarín existe desde hace años, incluso antes de la llegada del kirchnerismo al poder: “Víctor Hugo tenía su odio hacia Clarín mucho antes de todo esto. Esta protesta expresada en soledad, en él era mucho más infrecuente, cada tanto y particularizada. Cuando el gobierno se enoja con Clarín y elige a este holding como el enemigo público número 1, él la lleva a casi la Tercera Guerra Mundial”.
A pesar de ello, es una tendencia que el país ha tenido desde hace muchos años y por eso, Sirvén se remontó varios años atrás: “desde 1945 para acá, Argentina eligió tanto por fidelidad o por antagonismo al peronismo en sus diferentes vertientes, el vehículo por donde se hace política. Ha resecado a la oposición que ha quedado sin iniciativa propia. Si el gobierno expresa ciertas impotencias para solucionar determinados asuntos en estos tiempos económicos y se cierra sobre si mismos, cuando uno busca la alternativa resulta que no está”.
Esa falta de oposición hace que el oficialismo cobre mayor empuje: “ojalá pudieran hacer algo concreto y más nacional. Que en algún momento enamoren y atraigan al pueblo. Lo que sucedió con Alfonsín en el 83 fue una suerte de huracán y un viento fresco que entró por la ventana, que además le sirvió al peronismo para renovarse. Debería haber enfrente una fuerza que se pueda plantar y no que esté a 40 puntos de distancia”, finalizó.