La pediatra habló en la 99.9 sobre la buena noticia que significa ampliar el espectro de vacunación, pero destacó que no poseen información necesaria para asegurar que comenzar a aplicar Sinopharm es seguro: “cuando hablamos de vacunación pediátrica todo debe ser muy transparente”.
La vacunación a menores entre 3 y 11 años todavía es un hecho que no termina de convencer a los profesionales de la salud especializados porque si bien la Sociedad Pediátrica Argentina se expresó positivamente luego de una reunión con representantes del gobierno, todavía nadie mostró los documentos que respaldan la aplicación.
La pediatra Noelia Oro se refirió al tema a través de la 99.9: “la duda de la mayoría de los profesionales está vinculada a la vacunación. Lo que sabemos y avalamos es la vacunación en la población, pero en este contexto que vivimos creemos que el estado y la forma de administrarse debe tener una confianza y transparencia plena; que nos muestren la evidencia científica de lo que van a hacer”,
Lo único que se ha publicado sobre la vacuna Sinopharm en esas edades no tiene respaldo de Fase 3 que es un paso muy importante para el proceso de comprobación: “el estudio que tenemos actualmente es de The Lancet de Fase 1 y 2. Se administró a 60 niños voluntarios por sus padres para vacunarse, según grupo etario. Es un número reducido y lo que no está evidenciado es la eficacia de la vacuna y se aclara que se necesitan más estudios. Un número muy reducido tuvo efectos adversos y para eso está justamente la Fase 3”.
Además, en el ámbito internacional, todavía no hay parámetros definidos para estos grupos etarios porque los estudios no han sido completados ni contundentes: “la OMS sigue diciendo que no hay que vacunar a niños y recalca que la vacunación no debe estar sumida a la escolaridad porque sabemos que la población que tiene el virus es la adulta joven entre 20 y 40 años”.
El gobierno ya anunció que el 12 comenzará con la vacunación en estos grupos, pero los reparos de los profesionales continúan presentes: “lo que nos preocupa es que no tiene todos los avales necesarios para la población pediátrica. Queremos información y nos basamos en la evidencia. Si hay una fase 3, queremos verla. Estamos a casi 10 días del anuncio y no hay información visible, eso es preocupante. Nos llama la atención el hermetismo”.
Las consecuencias pueden ser graves y por eso esperan que pronto el gobierno, antes de comenzar con la vacunación, exponga la información que maneja para darle sustento a la decisión: “cuando hablamos de vacunación masiva en niños, todo debe ser muy transparente porque es muy delicado. Entre los efectos adversos hay reacciones alérgicas, en la vacuna Pfizer aparecieron efectos como la miocarditis y hay que reportar esos posibles efectos adversos con mucha claridad”.