El 96,49 por ciento de los votantes dijo “no” a separar aguas con París. Sin embargo, la participación electoral cayó fuertemente ante el llamado a boicot realizado por los independentistas.
La enorme mayoría de las personas que acudieron a las urnas en Nueva Caledonia este domingo rechazaron la idea de independizarse de Francia. El “no” se impuso con el 96,49 por ciento de los votos, frente al 3,51 del “sí” y a un 2,99 de votos blancos o nulos. Sin embargo, hubo una enorme caída en la participación, tras un llamado de los independentistas a no participar en el referéndum, donde 184.000 votantes debían responder la pregunta “¿Desea que Nueva Caledonia obtenga su soberanía absoluta y sea independiente?”.
La participación fue del 43,9 por ciento, en caída libre con relación a los dos referendos anteriores, lo que indica que el llamado a la abstención fue ampliamente acatado. Los indígenas kanakos, favorables a la independencia, habían pedido a la ciudadanía no participar debido a que el gobierno francés se negó a retrasar el proceso.
Los kanakos se encuentran en un período de luto de doce meses debido al aumento de los contagios por coronavirus y exigían respetar ese período. Las primeras interpretaciones apuntan a que el bajo nivel de participación supone una victoria de los independentistas, que apelan a no reconocer el resultado de esta consulta, la tercera en el archipiélago dentro del acuerdo de autodeterminación firmado en 1998.
Se abrirán negociaciones
El resultado final de este domingo se parece muy poco al de las dos consultas anteriores. En 2018 los “lealistas” obtuvieron un 56,67 por ciento de los sufragios, pero su ventaja se redujo dos años más tarde al 53,26 por ciento, menos de 10.000 votos de diferencia. Ese resultado reflejaba el avance de los independentistas en el archipiélago, donde controlan dos de las tres provincias en las que está dividido el territorio, 18 de los 33 municipios, el Gobierno autónomo y el Congreso.
El Gobierno francés, que solo controla en el territorio la seguridad y la justicia, ya ha hecho saber que la caída de la participación en este tercer referéndum no cuestiona el resultado, aunque apeló a tener en cuenta las tres consultas y constatar que la población está fuertemente dividida. Fuentes del Ministerio de Ultramar indicaron que el tercer referéndum, que pone fin a los acuerdos firmados en 1998, no supone acabar con el proceso político en el archipiélago y anunciaron la apertura de negociaciones entre todas las partes.