La Unión Europea presentó una propuesta para cambiar la ley actual de tabaco. Pretende duplicar el espacio de las cajetillas destinado a informar sobre los riesgos de consumir cigarrillos e incluir nueva normas de fabricación, presentación y venta.
La Comisión Europea presentó una propuesta para que las advertencias sobre los riesgos de fumar ocupen el 75 por ciento de la superficie de las cajillas de cigarrillos. La legislación actual establece que los mensajes obligatorios ocupen el 40 por ciento.
La propuesta también busca regular los productos elaborados con tabaco. Prohibiría el uso de cigarrillos, tabaco para liar y productos del tabaco sin combustión con aromas característicos como el mentol, la vainilla o la fresa. También se propone regular las ventas transfronterizas por Internet y prevé medidas técnicas para luchar contra el comercio ilícito. El tabaco para mascar y el tabaco de uso nasal se someterán a regulaciones específicas sobre etiquetado e ingredientes.
La información que actualmente se publica en los paquetes sobre las cantidades de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono será reemplazada por un mensaje informativo ubicado en la parte lateral donde se señale que el humo del tabaco contiene más de setenta sustancias que provocan cáncer. A su vez, la directiva establecerá límites máximos para los contenidos de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono y obligará a los fabricantes a explicar cuáles son los ingredientes que utilizan. También prohibirá el tabaco de uso oral y descripciones como “light”, “suave” o “bajo en alquitrán”.
El Ejecutivo comunitario presentó esta propuesta para cambiar la legislación ya que la actual directiva sobre los productos del tabaco es del año 2001 y algunas de las disposiciones vigentes han quedado desfasadas y superadas por los avances científicos y la práctica.
El comisario responsable de salud y política de los consumidores, Tonio Borg, destacó la necesidad de actuar porque el tabaco mata a la mitad de sus consumidores y es muy adictivo. “Teniendo en cuenta que el 70 por ciento de los fumadores se inicia antes de los 18 años de edad, la propuesta presentada hoy tiene la ambición de conseguir que los productos del tabaco y el tabaquismo sean menos atractivos y, de esta manera, desalentar a los jóvenes a iniciarse al tabaquismo”, aclaró. “No debemos engañar a los consumidores: los productos del tabaco deben tener la apariencia y el sabor de productos del tabaco. Con esta propuesta se garantiza que no se utilicen paquetes y aromas atractivos como estrategia de comercialización”, explicó.
Para la Mesa del Tabaco, que representa a productores, fabricantes, estanqueros y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), las medidas planteadas por la Comisión suponen un ataque. Argumentan que las medidas “atentan contra los derechos de propiedad industrial e intelectual, derechos comerciales y de libre competencia. Se ponen en riesgo los 56.000 empleos vinculados con el tabaco en España, así como los 9.600 millones de euros que el Estado recauda cada año gracias a los impuestos al tabaco. No está demostrado científicamente que modificando las cajetillas se vayan a conseguir los objetivos de la directiva”.
El tabaco, principal causa de mortalidad en la Unión Europea, es además un enorme lastre desde el punto de vista económico para los Veintisiete. Y aunque su venta es importante en la recaudación de impuestos especiales, también hay una gran factura negativa en lo sanitario y laboral. Los países comunitarios gastan 25.000 millones de euros en atención a la salud cada año, y 8.300 millones se malgastan anualmente por culpa del ausentismo laboral de las personas que sufren enfermedades relacionadas con el tabaco.