En los últimos días, una nueva serie de tiroteos terminó con la vida de varios estadounidenses.
En Webster, Nueva York, un sujeto disparó contra cuatro bomberos y mató a dos de ellos mientras trataban de apagar un incendio que afectó a varias viviendas. Los dos oficiales restantes fueron trasladados al Hospital Strong Memorial, de Rochester, y se encuentran en condiciones críticas.
La policía local aún no sabe cuál es el paradero del tirador y desconoce si actuó o no en complicidad con otros. Desde la matanza de 26 personas en un colegio de Connecticut, es el segundo caso de muerte por tiroteos en el país. El otro hecho se produjo en el barrio Frankstown Township, de Pennsylvania, donde un hombre abrió fuego y asesinó a tres personas antes de ser detenido por la policía. Además, la semana anterior, en Virginia, fue arrestado un hombre que ingresó a una escuela primaria portando un fusil de alto calibre.
Otro hecho similar tuvo como protagonista a un niño de séptimo grado que encontró una pistola cargada y abandonada en un cine repleto de niños durante el estreno de “The Hobbit”.
En Estados Unidos, hay alrededor de 310 millones de armas para uso privado. Desde 1982, hubo 62 matanzas colectivas con armas de fuego.