Núñez Carmona pagó una caución de un millón de pesos y fue liberado

Al igual que su amigo y socio Amado Boudou deberá usar una tobillera electrónica para controlar sus movimientos.

José María Nuñez Carmona, socio y amigo de Amado Boudou, fue liberado ayer a la tarde tras el pago de una caución de un millón de pesos. Al igual que el ex vicepresidente, tendrá una tobillera electrónica que controlará sus movimientos.
Nuñez Carmona dejó el penal de Ezeiza y esperará en libertad la revisión de su condena a 5 años y 6 meses de prisión por el caso Ciccone, fallo que fue apelado por su abogado defensor, Matías Molinero, ante la Cámara Federal de Casación Penal.
El Tribunal Oral Federal 4 había ordenado ayer ayer la excarcelación de Núñez Carmona. La decisión de los jueces fue bajo los mismos argumentos por los que habían dispuesto dos días antes la liberación del ex vicepresidente Boudou, quien este jueves concurrió a los Tribunales de Comodoro Py para notificarse del fallo que lo benefició.
Al igual que en el caso de Boudou, el Tribunal dispuso para Núñez Carmona -y para el empresario Nicolás Ciccone- una caución de 1 millón de pesos, la colocación de una pulsera electrónica con GPS y un alcance de 100 kilómetros alrededor del domicilio que fijen en sede judicial y la prohibición de salida del país.
Núñez Carmona y Ciccone habían sido condenados a cinco años y medio de prisión: el primero de ellos estaba detenido en Ezeiza en tanto que el segundo, por su estado de salud y su avanzada edad, cumplía prisión domiciliaria.
Al revocar las prisiones preventivas, las juezas Adriana Palliotti y Gabriela López Iñíguez consideraron en su voto mayoritario que no existía peligro de fuga ni tampoco entorpecimiento de la investigación.
El amigo de Boudou había quedado detenido apenas se leyó el veredicto en su contra, hace cuatro meses, por orden del Tribunal Oral pese a que la condena no está firme porque fue apelada ante la Cámara Federal de Casación Penal.
En el momento de su detención, el tribunal que lo juzgó había determinado que su libertad podía poner en riesgo el desarrollo del caso Ciccone II, situación que habría cambiado a partir del dictado de los procesamientos sin prisión preventiva por parte del juez Ariel Lijo en ese caso.