Ola de frío paraliza parte de Estados Unidos


Nueva York sufrió en la mañana del martes una sensación térmica de -25º Celsius a pesar de un sol radiante.
La histórica ola de frío que azota a Estados Unidos desde Minnesota (norte) hasta Georgia (sudeste) con temperaturas inéditas en 20 años volvió el martes a la costa este del país.
Varios estados decretaron medidas excepcionales para hacer frente al frío glacial y el caos continuaba en el tráfico aéreo, con más de 2.000 vuelos anulados el martes, luego de los 4.104 del lunes, según el sitio especializado Flightaware.com.
“Una muy glacial masa de aire ártico continuará provocando el martes temperaturas bajas y vientos gélidos peligrosos, y en algunos cosas riesgosos para la vida, a partes del centro y el este de Estados Unidos”, indicó en su último parte el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, según sus siglas en inglés).

De acuerdo con el NWS, el récord del lunes fue de -37º C en Embarras, una localidad de Minnesota (norte) no lejos de la frontera con Canadá y conocida por sus bajas temperaturas anuales. En comparación, la temperatura en el Polo Sur fue de -34°C.

Incluso el sur del país, acostumbrado a un clima más ameno, también sufría el fenómeno. Nashville, en Tennessee, registraba el martes una temperatura de -14ºC, y una sensación térmica que bajaba hasta -20ºC.

La sensación térmica, que alcanzó los -53°C en Comertown (Montana), y la caída de nieve y granizo provocaron la muerte de una quincena de personas desde el jueves pasado en el centro, norte y este del país.

En Chicago (norte), cuatro hombres de entre 48 y 63 años murieron aparentemente de ataques cardíacos durante el fin de semana mientras retiraban nieve con pala, según el diario Chicago Tribune.

La paralización del tráfico aéreo seguía siendo una pesadilla para muchos estadounidenses que no consiguieron llegar a sus casas tras las vacaciones de fin de año.

Si el aeropuerto O’Hara de Chicago era el más afectado con cerca de 750 cancelaciones el martes, el problema era generalizado y, por ejemplo, la compañía aérea JetBlue anuló el lunes por la tarde sus 300 vuelos previstos a partir del lunes desde Nueva York y Boston.

Desde el jueves pasado, cuando comenzó la ola de frío, hubo en total más de 17.500 anulaciones en todo el país.

Un total de 500 miembros de la Guardia Nacional fueron movilziados en Indiana, Illinois y New York para ayudar a la población a enfrentar la ola de frío.

En Minneapolis, el diario Star Tribune destacaba que la vida pasaba en “cámara lenta” y advertía que a una temperatura de -30, “la sensación térmica y el frío congelan la piel expuesta en cinco minutos”.

En ciertos municipios de Milwaukee, se pidió a los empleados municipales considerados no esenciales que se quedasen en sus casas y la Policía patrullaba para trasladar a los sin techo a refugios.

Chicago fue una de las tantas ciudades en la que se aconsejó a los padres no enviar a los chicos a la escuela.

En Minnesota, el gobernador decidió directamente cerrar todas las escuelas del estado el lunes y martes.

“Debemos hacer frente a una peligrosa combinación de temperaturas muy bajas, escarcha y ventisca”, subrayó Pat Quinn, gobernador de Illinois que declaró el estado de emergencia.

Tras un par de días de respiro, el frío polar volvió a partir del lunes por la noche a la costa este.

En Nueva York, a pesar de un sol radiante y cielo azul, el termómetro marcó el martes por la mañana -15ºC con una sensación térmica de -25ºC, con un leve aumento hacia el mediodía y la tarde.

En Washington, se registraba -11ºC con una sensación térmica de -20°C , y en Filadelfia (Pensilvania) -13° y -23°, respectivamente.

El NWS lanzó alertas de tempestad en la costa desde el sur de Massachusetts hasta Nueva Jersey y Delaware a raíz de los fuertes vientos.

La situación debería mejorar a partir del miércoles, cuando las temperaturas “comiencen a moderarse”, según el último informe del NWS.

En Canadá, el servicio de meteorología advertía de temperaturas por debajo de los -30°C en el este de Ontario, Manitoba y Saskatchewan, con -36°C en Regina, capital de la provincia. Las sensaciones térmicas pueden alcanzar los -48°C.