El diputado que fue agredido por el Secretario General de Maestranza de Casinos y actual candidato a concejal Roberto “Chucho” Páez, habló en la 99.9 desmintiendo la versión que había brindado el agresor en la misma emisora: “cobré para el campeonato”, aseguró.
“Fue una discusión y él terminó haciendo la denuncia”, así definió Roberto “Chucho” Páez el incidente que generó una causa penal donde tuvo condena en primera instancia. La persona con la que “discutió” fue Oscar Macías, actualmente diputado, que ante estas palabras vertidas en la 99.9, decidió contar su versión de lo sucedido en la misma emisora.
“Ocurrió el 9 de diciembre de 2015 a eso de las 11 de la noche, en el casino de Tigre. Estaba cenando con mi esposa y un matrimonio de Israel, una pareja de más de 80 años. Desde atrás sentí unos gritos y cuando me di vuelta venía “Chucho” Páez insultando y vociferando con unas 13 personas más. Me levanté y le pedí que baje el tono”, comentó primeramente.
No terminó allí, no fue una simple discusión: “era mi último día como director en el casino, me siguió insultando y se protegía con una silla. Mientras estaba tratando de calmarlo, estaba rodeado del hermanos Carlos Páez, su hijo Leandro y Gastón Baque de los que me acuerdo junto a otro grupo de personas. De pronto, recibí una trompada en la cara de Baqué, ahí comenzó una golpiza entre las 12 o 13 personas”.
Según lo expresado por Macías, el actual candidato a concejal en la lista de Fernanda Raverta fue uno de los que le dio golpes certeros y lo coronó con esa silla con la que se defendía. “Fue una agresión cobarde, sin sentido alguno. Me pude atajar bastante, pero me tiraron al piso, me patearon por todos lados y “Chucho” Páez me pegó un sillazo en el pecho que está filmado. Se ve perfectamente a todos y sobre el final, con una silla me terminó pegando”.
Todo eso parece haberse comprobado en el juicio, porque recibieron una sentencia: “la condena en principio fue de un año y medio de prisión en suspenso para todos los que estuvieron involucrados por lesiones leves. Le bajaron la sentencia a un mes de prisión en suspenso después de la apelación. También hicieron una presentación en la corte provincial que fue rechazada”, repasó.
De una discusión a una paliza, hay una diferencia importante. Incluso el agredido señaló que la relación al principio era buena con Páez, pero todo comenzó a cambiar de a poco: “tuve una buena relación con él, me invitaban al gremio a comer asados, pero con mi trabajo tenía que tomar las decisiones correctas. En ese caso, empezó a ponerse áspera la relación como sucede con un dirigente gremial frente a un director de un área. Cuando quería cambiar a un funcionario de área, el señor se oponía porque era amo y señor del área administrativa, después se empezó a poner beligerante y no entendía que son dos poderes distintos, el gremialismo de la propia institución”, finalizó.