Venido de su Mechongué natal, Eduardo Germán “Lalo” Ramos corrió muchos años en el folklórico Turismo Carretera, alcanzando allí logros importantes. Ahora, luego de una trayectoria metódica, que sin prisas pero sin pausas fue trazada con objetivos claros que se fueron cumpliendo uno a uno, emprende otra carrera, esta vez en la política.
Como tantos otros pueblos pequeños del interior que viven exclusivamente del campo, Mechongué es conocido solamente por aquellos que pasan por la ruta de acceso camino a otra ciudad. Pero sucede que Eduardo decidió un buen día dedicarse al automovilismo, y para ello no tuvo mejor idea que hacerlo, como buen bonaerense, en el tradicional e histórico Turismo Carretera.
Astutamente, buscó a Oscar “Pincho” Castellano, que por aquel entonces era el hombre a vencer en la categoría y que contaba con el Dodge más veloz. Nació así una relación que perduraría en el tiempo, al punto de que se habló siempre del maestro y su pupilo. Cuando en el ´89 “Pincho” decidió cambiar de marca de auto, le vendió el Dodge Campeón a “Lalo”. Fue séptimo en el torneo de 1992, cuarto en el ´93, ganando las cuatro carreras de ese año que se disputaron en ruta, y el gran desafío que llegó en el ´94, cuando junto a otros cuatro aspirantes arribaron a la carrera final en condiciones de ser campeones. En esa carrera trastornada por la lluvia, Ramos fue quien cometió menos errores y planteó mejor la competencia en función del objetivo buscado. Y fue campeón. Ahora está corriendo en otra liga, como “copiloto” de Mauricio Macri. Esto es lo que nos cuenta de su nueva actividad.
Mi hijo menor vive controlando que esté todo cerrado. Les enseñamos a tener miedo: eso es terrible”.
Eduardo “Lalo” Ramos
Noticias & Protagonistas: ¿Cómo es esto de manejar a 250 km por hora y pasar a meterse en la pista de la política?
Eduardo Germán Ramos: Me tomé cuatro años desde que me bajé del auto para prepararme. Nunca más subí, pero dejé amigos tras 25 años de automovilismo. Esta es una nueva instancia que ya había ensayado en 2009; entonces por otras razones, creí que no se estaban cumpliendo cosas a las que nos habíamos comprometido y me corrí para no defraudar a la gente. Esto es nuevo y trabajaremos para que no ocurra lo mismo, en este caso apoyando a Mauricio Macri.
N&P: Hablamos de la provincia de Buenos Aires, específicamente de la Quinta Sección Electoral. ¿Cómo ve lo que hay que hacer? Algunos medios resaltan, en estos días de intenso turismo nacional, el pésimo estado de las rutas provinciales.
EGR: Yo conozco casi todas las rutas por mi actividad de productor agropecuario y contratista rural, trasladándome con los equipos de cosecha, también con el automovilismo o dando charlas para empresas. No quiero ser uno de los que se suman livianamente a las críticas, pero nunca vi las rutas tan mal en el país. Hago unos 12.000 kilómetros por mes y es paupérrimo el estado. No se hizo nada de nada en estos diez años y es preocupante, porque creció mucho el parque automotor y seguimos con la misma infraestructura.
N&P: Siendo productor, el uso de las rutas es prioritario…
EGR: No tengan dudas. De hecho, basta con ver que pasamos de 45 a 100 millones de toneladas de producción, pero seguimos con las mismas rutas. Cada día por medio voy a Mechongué, mi pueblo, por la Ruta 88; puedo asegurar que en ella no pasan más cosas porque Dios no quiere. No sé si quieren un peaje, pero tendría que haber autovía a Necochea, porque a ese puerto va mucha producción.
N&P: Lo curioso es que tenemos las rutas hechas un desastre, inseguridad, problemas en hospitales y escuelas, pero Scioli sigue manteniendo un 42% de intención de voto. ¿Cómo se explica?
EGR: Es la pregunta que nos hacemos varios cuando nos ponemos a charlar. El gobernador Scioli está blindado. Mirando TV con mis hijos y esposa veía el problema de la inseguridad, otro tema más que grave; la gente había salido porque habían matado un panadero en Quilmes, una persona muy querida, y esto sigue. Murió y ya está, por ahí alguien de la Provincia se presenta en el lugar, está con la familia un rato, pero no se va a fondo. Y en Mar del Plata es un tema que lo padecemos mucho.
N&P: El Gobernador y el ministro Casal le hablan a la gente, le prometen cosas, pero no se va a fondo, a resolver la estructura del problema.
N&P: Yo no tengo números, pero debemos estar en el índice más alto de homicidios. Yo vivo en el bosque Peralta Ramos, donde las agresiones son constantes; hay cosas que no se denuncian, entraderas y saqueos en el bosque, casi a diario. Uno empieza a vivir con miedo, es un lugar oscuro; llego a las 21 del campo y tiene que prepararse uno y a la familia para entrar. Lo peor de todo es que nos vamos acostumbrando, a transitar por rutas que si no se esquivan pozos se rompe la cubierta y para cuando llego tengo que preparar a mis hijos de 11 y 13 años a que tengan miedo. Son prácticas terribles, mis chicos vienen con miedo, el de 11 años recorre toda la casa mirando si está todo bien cerrado…
N&P: Siempre vemos la última víctima fatal, el último robo, lo que no vemos es lo que pasa sicológicamente y en qué universo se crían nuestros chicos…
EGR: Mi hijo está continuamente diciendo: “Papá ¿cerraste todo?”. Hay que hablarle, decirle que si alguien entra hay que hacer tal o cual cosa. Es una locura. Yo tengo un lugar de la casa con plata guardada por si entran algún día, para que no se vayan con las manos vacías.
N&P: En esta estructura de buscar la Senaduría por la Quinta Sección, ¿se podrá hacer algo en este aspecto?
EGR: Trataré de crecer y ser importante. Me fui capacitando, conociendo la gestión de Macri en la Ciudad. Lo que fue la formación de la policía metropolitana, estuve en la escuela de formación a cargo de una jueza federal, y la verdad me quedé sorprendido de cómo trabajan. Cuando me reuní con el ministro Montenegro a cargo de la policía, le pregunté si el modelo era aplicable a Mar del Plata y me dijo que sí. Ya hay que pensar en una ciudad con policía local, que colabore con la Bonaerense, que está colapsada.
N&P: Y con sueldos muy magros…
EGR: Tal cual. Con sueldos indignos: un oficial me mostró un recibo de 1.934 pesos y después de los extras llegaba a 4 mil y pico. El aguinaldo lo cobra por los dos mil.