Otra historia de abuso de los agentes de Tránsito

Esta mañana, en la 99.9, el vecino Sebastián Lamique relató un increíble suceso que le tocó vivir evidenciando en carne propia el maltrato y abuso de un inspector de tránsito. “El que me hizo la infracción fue el Sr. Saavedra sobre quien hay miles de rumores”, indicó.operativo

El abuso de los agentes de Tránsito en Mar del Plata tiene distintos niveles, pero todos resultan igual de indignantes. Después del caso publicado el pasado fin de semana en Noticias & Protagonistas bajo el título “Barrabravas”, esta mañana en la 99.9 brindó su testimonio Sebastián Lamique, un vecino que no sólo fue testigo de ese hecho, sino además, lo sufrió en carne propia. “Cuando íbamos con mi hijo en el auto nos pasó algo, no tan grave como le pasó a estos chicos, pero sí una falta de respeto absoluta”, dijo inicialmente.
Luego comentó con el relato de lo que vivió: “el sábado 25 de abril al mediodía iba por Catamarca y llegando a Garay paro para un control de tránsito. Ni siquiera me saludaron, me pidieron los papeles y el hombre de Tránsito se va con todo para la parte de atrás del auto, saca una libreta y empieza a escribir”. Ante esta situación, sintió la necesidad de saber que estaba haciendo: “me bajé y fui a preguntarle que pasaba. Me contestó que tenía el seguro vencido, pero le expliqué que vencía la semana siguiente y me tenía que llegar la póliza. Entonces se puso a mirar de nuevo y me dijo que tenía los vidrios polarizados. Le expliqué que en la VTV habían dicho que estaba autorizado a circular con ese polarizado”.
Cuando la conversación venía en un tono que se podría definir dentro de lo “normal”, empezó a tomar otro tinte cada vez más agresivo y despectivo: “la respuesta fue que si tenía algún problema lo hable con el juez. Cada vez se puso más prepotente. Me puse a mirar los autos que frenaban en el control y con vidrios más polarizados que el mío, los dejaban pasar. Entonces me acerqué a los otros agentes y les pedí que hablen con su compañero y me dijeron que cada uno ve lo que está en infracción”.
No conforme con esa respuesta que no era más que lavarse las manos, trató de evitar que le hicieran la infracción y recibió otra contestación increíble: “cuando volví me dijo “me vas a firmar o no”, pero le dije que no sabía que estaba firmando. Entonces me dijo entonces “arreglalo con el juez, arriba los corazones”. Me quedé mirándolo y me repitió “arriba los corazones, no hay que ser pesimista”. No lo podía creer y le pedí la boleta, tampoco me la quiso dar porque me había negado a firmarla. Me dejó ahí parado y me dijo “seguí o te va a ir peor”. No me quedó otra de subirme al auto e irme”, contó Sebastián.
La infracción ya se la habían labrado y aun así, trató de averiguar si realmente estaba fuera de la ley el polarizado que tenía en su auto: “al juez no quise ni ir a preguntarle, frené en otro operativo y les pregunté si estaban haciendo multas por vidrios polarizados y me dijeron que no. Me preguntaron incluso si lo había tratado mal al inspector. Me dijeron que tenía que hablarlo con el juez que si me tocaba alguno macanudo, la podía zafar, sino tenía que pagar”.
Estaba en lo cierto, ahora sabía que tenía razón, pero aún así no contaba con el dinero necesario para abonar esa injusta multa: “cuando me fijé por internet eran 2.000 pesos, es un montón de plata para mí”.
Como quedó muy enojado con la injusticia y el abuso de esta persona, trató de buscar más datos del agente: “el que me hizo la infracción fue el Sr. Saavedra sobre quien hay miles de rumores. Incluso dicen que era un trapito y alguien lo metió a ser agente de tránsito, sin tener una mínima preparación. Es una locura que los pongan a comisión en las multas”, sentenció finalmente remarcando algo que está prohibido por ley en la Provincia de Buenos Aires.