El periodista contó como fue un ataque con este tipo de explosivos que se dio en 1973 contra la sede del Diario Clarín y se refirió, en la 99.9 a la historia que derivó en esa agresión.
Luego del ataque con bombas molotov al Diario Clarín muchos presentaron el hecho como algo inédito en la historia argentina, cuando en realidad hubo otros ataques de similares características incluso a la misma redacción.
El periodista Pablo Mendelevich describió a la perfección en la 99.9 lo que sucedió en 1973 cuando la presidencia estaba en manos de Raúl Lastiri: “asumió después de Cámpora porque tenía el cargo que hoy tiene Massa, presidente de la Cámara de Diputados y sólo para habilitar las elecciones en las que ganaría Perón. Era un mediocre, un tipo muy chato sin preparación que era objeto de burla. Llegó a presidente porque era el yerno de López Rega que era el hombre fuerte del momento, era el ejecutor de Perón. Una de las medidas que toma que para publicar una solicitada en los diarios necesitabas 10 firmas y documentos, algo que antes no existía”.
Ante las acciones políticas que se ejercían a través de estas publicaciones, decidieron restringirlas y ese hecho terminaría detonando otra situación: “el peronismo sostenía que mediante solicitadas estaban siendo atacados por sus rivales y querían restringirlo. Ante esto el ERP “22 de agosto” que era más pro Perón secuestra al apoderado de Clarín, un abogado llamado Bernardo Sofovich. A cambio de su vida le exige a Clarín que publique tres solicitadas, una de ellas en la tapa del diario. Esto ocurre, no hicieron la denuncia policial y publicaron para salvarle la vida a Sofovich”.
Esas solicitadas fueron las que luego generaron los ataques a la sede del diario en una situación muy particular, según explicó Mendelevich: “una era un homenaje a los muertos de Trelew, la otra era una proclama política que decía queremos votar por Perón pero no por Isabel. La última era una burla al presidente Lastiri a quien llamaban “el yerno”. El ERP liberó a Sofovich y cuando fue liberado dio una conferencia de prensa en Clarín contando los pormenores del secuestro. Cuando está haciendo eso, llegan a Clarín unos 40 tipos con ametralladoras y bombas molotov y las tiran ahí causando heridos. Es un ataque de la UOM, en aquellas épocas eran los matones de la UOM. En aquella época los mismos que hoy son millonarios, eran matones”.
El motivo que habían esgrimido desde el sindicato era justamente político y por eso reaccionaban con violencia: “los de la UOM estaban enojados porque habían publicado la solicitada agrediendo a la compañera Isabel, entonces atacaron Clarín por esa solicitada”.
El ataque en si mismo tenía muchos intereses cruzados por la realidad política de la época a punto tal que lo terminó definiendo el periodista como una contradicción: “Clarín era un diario desarrollista que era la corriente política de Frondizi y era filo peronista. Es tanta la paradoja que el principal gremio peronista de la época atacó con molotov a Clarín que era proto peronista”.
En esos años, la violencia era moneda corriente y había movimientos que la utilizaban con fines políticos. Hoy después de muchos años, esa realidad cambió pero cuando aparecen este tipo de ataques, para quienes vivieron esa situación, hay un contenido muy claro detrás: “a nuestra generación nos produce escozor que haya un atentado con bombas molotov, aunque no haya pasado nada. La importancia es absolutamente simbólica porque la sola utilización de este mecanismo, nos remite a esa época donde la democracia no existía”.