Pablo Salum es el fundador de la Red LibreMentes, Ayuda a Victimas y familiares de organizaciones coercitivas. Luego de escaparse de una de ellas a los 14 años, busca que se haga justicia, y que se cree una ley que persiga la existencia de sectas y otras organizaciones coercitivas. Habló sobre el caso de los cuerpos hallados en Brasil.
A raíz de la aparición de dos cuerpos de niños en Brasil, que habrían sido utilizados en un rito satánico, Pablo Salum habló sobre cómo funcionan y por qué son peligrosas las organizaciones coercitivas, también conocidas (aunque a veces mal llamadas) como “sectas”.
A los ocho años Pablo fue llevado a la Escuela de Yoga de Buenos Aires por su madre. Esta estaba enferma y, luego de recurrir sin éxito a médicos, decidió optar por una supuesta terapia alternativa. Al final, la familia entera quedó durante años aislada, y vinculada únicamente a esa organización. Pablo se escapó a los 14 años, nunca más vio a su familia, y fue declarado enemigo público de la organización.
“Desde aquel entonces yo lucho por justicia y por recuperar a mi familia“, expresó Salum. Explicó que en estas organizaciones las cosas pasan de a poco, y cada vez van empeorando más. “Al principio se hablaba de filosofía y de yoga, y a los pocos meses se empezó a desvirtuar el contenido” relató, hablando de la Escuela de Yoga a la que perteneció en su infancia. “De tener muy pocas personas la organización pasó, en pocos meses, a tener 600 personas, y después 1500. Y al final, lo que el maestro decía que había que hacer para evolucionar era tener relaciones sexuales“.
El mayor problema para ir en contra de estas organizaciones es que tienen vínculos con el poder. “Estas organizaciones lo que tienen es que se infiltran dentro del poder económico y político. Porque van a captar personas en el poder, políticos, empresarios, que son los que aportan lo necesario para alcanzar las metas que el maestro quiere. Se le saca dinero, se obtienen favores políticos“.
Sobre el tema del caso brasilero, en el cual parece haber detrás ritos satánicos, Pablo Salum explicó que no hay que fijarse “en el tipo de doctrina que utilizan, sino en las técnicas de persuasión coercitiva, que son las técnicas de manipulación mental, que son utilizadas para captar y someter“. “Captan ysometen a personas vulnerables, con problemas de salud, con problemas, laborales, familiares, económicos. Suelen ofrecer soluciones mágicas y las personas van siendo captadas“.
Aseguró que, lógicamente, hay organizaciones más peligrosas que otras, pero que todas tienen sus riesgos. “Por ejemplo, las que son de tipo comercial, que hablamos de una estafa más bien económica. Pero detrás de una estafa económica hay una estafa emocional y detrás de la estafa emocional, cuando vos jugás con la salud mental de una persona que está en estado de vulnerabilidad, que perdió el empleo y le ofrecés una cadena piramidal donde le prometés que va a ser millonario, que no va a tener más problemas económicos y le haces todo el lavado de cerebro para que esa persona crea, cuando a esa persona se le cae todo y ve su familia y su futuro en riesgo , hay mucha gente que cae en estado depresivo y se termina suicidando, o teniendo grandes problemas de salud“.
Pablo dijo que el caso de Brasil es claramente más grave, porque hay muertes implicadas. “Hablamos de hechos más aberrantes, y más terribles que realmente tocan el corazón, porque acá estamos hablando que hay secuestro y venta de niños, niñas y mujeres. Se los alcoholiza , se los droga, se los abusa sexualmente, se los tortura terriblemente. Inclusive en el caso de los niños no encuentran los cráneos“.
Sin embargo, explicó que no le gusta hablar de satanismo o cosas amarillistas, porque en realidad las organizaciones coercitivas secuestran, desaparecen, abusan y en muchos casos asesinan personas todo el tiempo.”Imagínense cuánta gente desaparecida hay en nuestro país, muchos de ellos no sabemos dónde están y han sido sacrificados por organizaciones coercitivas“.
Ante esta problemática, tan dura y preocupante, Salum aseguró: “Lo importante es que desde el Estado se reconozca la problemática y se apruebe la ley, y se creen campañas de prevención y concientización“.