María, vecina de la zona de Luro y Chile, habló esta mañana con la 99.9. Describió la ola de delincuencia que vienen soportando allí hace años, con una banda de ladrones que tomó casas, formó un asentamiento y acecha a todos los vecinos de la zona. “Hasta la policía sabe quiénes son. Los hemos visto crecer en el barrio”, destacó.
Los barrios de Mar del Plata conviven con la inseguridad como si fuera algo común; aunque, por supuesto, no lo es. En la zona de Luro y Chile hay un sitio especial donde varios delincuentes han montado un asentamiento hace mucho tiempo y hacen que los vecinos vivan atemorizados.
Recientemente, en esa zona fue asesinada una persona a puñaladas. La causa, que lleva adelante el fiscal Juan Pablo Lódola, ha puesto a la zona como centro de atracción para la ciudad.
Esta mañana en la 99.9, brindó su testimonio María, vecina del lugar. Explicó que “los vecinos venimos padeciendo esta situación desde hace años. Lo que pasó con este señor fue un final anunciado. Los que vivimos cerca de esta manzana estamos cansados de hacer denuncias, llamar al 911 y hacer cosas que nunca llegaron a nada. Me da pena que tuviera que perder la vida una persona para que todo esto saliera a la luz. Hace mucho que lo sufrimos”.
Un grupo de okupas tomó el edificio donde antes funcionaba el Hotel El Molino y que actualmente se ha convertido en uno de los focos fundamentales de delito. Aunque no es el único: “no es todo en la parte donde funcionaba el Hotel El Molino, principalmente es en un terreno que está sobre la calle Chile, donde se focalizaban las personas más peligrosas”, destacó María.
La muerte de este hombre ha llevado hasta allí mayor presencia de la policía, una respuesta que llega con varios años de demora: “hace 3 o 4 días que tenemos en distintos puntos del barrio a la policía y los bomberos del Destacamento Policial haciendo operativos continuamente”. Todas las personas que delinquen allí se han criado en el barrio y son harto conocidas: “son vecinos o parientes, primos, sobrinos, hijastros; por lo general, entre ellos son familiares. Son de Mar del Plata, al menos eso tengo entendido. Puedo decirlo porque hace varios años que vivo en este barrio y he visto crecer a la mayoría de ellos”, puntualizó la vecina.
Los problemas comenzaron dos décadas atrás, cuando empezó a formarse ese sector delictivo de la ciudad que todavía hoy sigue sin ser resuelto: “es un problema que tiene ya 15 o 20 años, ése es el tiempo que lleva este aguantadero, que en otro momento ha albergado a otros delincuentes. Es un aguantadero conocido”.
En el último tiempo, la situación se agravó mucho más y los vecinos ya se cansaron de chocar contra las paredes cada vez que reclaman que alguien haga algo, teniendo en cuenta que hasta los efectivos policiales conocen a los delincuentes: “nosotros estamos cansados de hacer denuncias, nos lastiman a los chicos, les roban las patinetas; les roban a las señoras que van a comprar al almacén, las revuelcan y las lastiman para sacarles la billetera. Todo el mundo sabe quiénes son, incluso la misma policía sabe quiénes son pero nunca se pudo hacer nada. Tuvo que perder la vida una persona para que se movilizaran, espero que no se vuelva a repetir”, finalizó María.