La mujer, de 24 años, se negó a estrechar la mano del hombre que le iba a entrevistar para un trabajo, ha llevado el caso a juicio y tendrá que ser indemnizada.
Mientras luchan para pagar deudas de hasta 30.000 euros por los precios del alquiler, el distrito atrae a 2,5 millones de turistas. Todos miran, pero no pagan por sus servicios ni las dejan trabajar.