Parece una paradoja más de la Historia, pero traspolada a los tiempos modernos: quien hoy navega con rumbo incierto no es el mismísimo Cristóbal Colón, sino su monumento porteño.
La Justicia obliga a un sanatorio y una pediatra a indemnizar con 4 millones de pesos a los padres por la deficiente atención a una niña que tenía 6 años, que murió tras ser atendida por un dolor de garganta y un resfrío leve.
Lis Pereyra tuvo que llevar en brazos a su beba con fiebre desde una localidad pampeana hasta otra, para lograr que pudiese recibir atención médica, que le fue negada en su ciudad de residencia.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia bonaerense se mostró «perplejo» por la redacción del anteproyecto oficial; teme que la reducción de penas sea una mala señal para la población.