Como contrapartida, empresarios y gremios acordaron que no habrá despidos; el Gobierno reducirá el impuesto interno más gradualmente; prevén una baja de precios del 20,5%.
Con el objetivo de bajar los precios de celulares, LCD, equipos de aire acondicionado y microondas al nivel de los que se pagan en el mundo y de mantener el empleo, el Gobierno logró ayer la firma de un acuerdo histórico de competitividad en la industria de electrónicos y electrodomésticos ensamblados en Tierra del Fuego.
Impulsados por la amenaza del Gobierno de eliminar beneficios para la isla (como la eliminación de impuestos internos a los productos fabricados en el continente y a los importados), los empresarios radicados allí y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) sellaron un pacto por el que los trabajadores aceptaron congelar sus salarios por 24 meses -asumirán una pérdida real, si se tiene en cuenta que en esos dos años habrá inflación-, mientras que las grandes compañías de electrónica se comprometieron a mantener la paz social. Traducido: no podrán despedir a ninguno de los 8000 trabajadores del sector.
El Gobierno, en tanto, aceptó reducir gradualmente el diferencial del impuesto interno que beneficiaba la producción en la isla. Se hará escalonadamente hasta 2023. Esto, creen en el Gobierno, impulsará una baja en el precio final de los productos electrónicos y electrodomésticos de cerca del 20,5%, la tasa efectiva del impuesto interno que dejará de cargarse al costo de producción para el último año del acuerdo sellado ayer. En la reforma impositiva presentada hace dos semanas por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , la tasa iba a ser de 0%, tanto para la isla como para el continente, en 2018. La gobernadora de la provincia, Rosana Bertone, había anunciado que tal decisión llevaría a “la disolución de la provincia”. Ayer, ella misma firmó el compromiso de reducir los costos portuarios y la tasa de verificación de procesos productivos.
“Es un acuerdo muy importante. Logra equilibrar una reducción de los precios para el consumidor con el mantenimiento del empleo”, afirmó a LA NACION el secretario de Industria, Martín Etchegoyen. “Todos ponderaron el aporte del sindicato y los trabajadores”, agregó. Estimó que el Gobierno aportará un plan de mejora para la baja de los costos aduaneros y de transporte marítimo, implementará la Ventanilla Única de Comercio Exterior y mejorará la seguridad de los camiones en las rutas.
Actualmente, el impuesto interno que grava al sector en el continente es del 17% (tiene una tasa efectiva del 20,5%). En Tierra del Fuego, en tanto, es del 6,55%. El año próximo será de 10,5% en el continente y de 0% en la isla. Y con los años seguirá cayendo: 9% en 2019, 7% en 2020, 5,5% en 2021, 3,5% en 2022 y 2% en 2023. A partir del siguiente año será de 0%. En 2023 vence el régimen de estabilidad tributaria en Tierra del Fuego. No está confirmado qué ocurrirá con ese paraguas desde entonces.
Con la baja escalonada del impuesto interno, las empresas perderán un diferencial competitivo que, en parte, compensarán con el congelamiento salarial y con la obligación de mejorar sus procesos productivos. Básicamente, el Gobierno creó un sendero para que necesariamente mejoren en un tiempo establecido su productividad y competitividad. Para el Ejecutivo, este acuerdo podría replicarse en algún otro sector en crisis, como el lechero.
El acuerdo fue firmado por el ministro de Producción, Francisco Cabrera ; la gobernadora Bertone; el secretario general nacional de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló; el presidente de la Asociación de Fabricantes Argentinos de Terminales Electrónicas (Afarte), Federico Hellemeyer; Alberto Hojman, de BGH; Martín Vaca Narvaja, de Brighstar Fueguina; Isabel Mezzetti, de Carrier Fueguina; Roberto Vázquez, del Grupo Mirgor; Luis Galli, del Grupo Newsan; Gabriel Gruner, de Fapesa; Enrique Jurkowski, de Radio Victoria; Marcelo Padovani, de Electrofueguina, y Carlos Eduardo García, de Digital Fueguina.
“Las empresas electrónicas nucleadas en Afarte asumieron el compromiso de trabajar en mejores prácticas en toda la cadena de valor para mejorar la competitividad, realizar negociaciones tendientes a obtener una reducción en el costo de transporte y logística, reducir el costo interno de manufactura por eficiencias de producción en los procesos internos de las empresas y continuar reduciendo el costo de adquisición de las materias primas que se utilizan para la fabricación de los productos electrónicos”, indicó la cámara en un comunicado.
Según dijo el secretario adjunto de la UOM de Río Grande, Marcos Linares, a FM del Pueblo, Afarte había pedido una reducción salarial del 30%. “Era peor esa reducción de sueldos, y mucho más si se comenzaban a perder parte de los puestos de trabajo directos”.