París echa el freno y reduce la velocidad en sus calles a 30 kilómetros/hora

La capital francesa quiere reducir la contaminación y fomentar el uso de la bicicleta y el transporte público, aunque los atascos se multiplicaron el primer día de su entrada en vigor.

Reducir la contaminación y mejorar los datos de accidentes y seguridad vial. Esas son las razones que han llevado a las autoridades de París a reducir la velocidad máxima cuando circulen por la capital francesa. A partir de ahora, la mayoría de las calles estarán limitadas a un máximo de 30 kilómetros por hora para tratar de conseguir los objetivos marcados.

Sin embargo, son muchas las voces que critican esa decisión al asegurar que los atascos en hora punta serán aún peores, lo que se traducirá en más contaminación y un aumento de la emisión de gases de efecto invernadero. Pero también hay quien cree que esta medida puede llevar a muchos parisinos a dejar el coche aparcado en casa y moverse en transporte público.

La reducción de velocidad no es la única medida que ha tomado el Ayuntamiento de París. También eliminará 60.000 de los 144.000 aparcamientos que hay por la ciudad con la intención de hacerlos “más accesibles para todos”. Van a ampliarse las aceras, plantar árboles y crear nuevos carriles bici para incentivar el uso de la bicicleta.

Los parisinos, entre dos aguas

Una encuesta del Ayuntamiento de París que recoge la CNN revela que el 59% de los residentes estaban a favor del nuevo límite, aunque en algunas zonas de la ciudad la oposición supera el 60%. Entre quienes se muestran en contra están los repartidores y mensajeros, que han detectado un claro aumento de tráfico: “Con las entregas, es terrible. No tenemos tiempo. Estaba en atascos en todas partes. No tenemos tiempo”.

David Belliard, teniente de alcalde y responsable de transporte en el Ayuntamiento de París, está convencido de que la nueva limitación fomentará el uso del transporte público y la bicicleta y publicó un tuit dirigido a quienes creen que aumentará la contaminación: “Una aclaración amistosa de lo que dicen los que se oponen a reducir el límite de velocidad: NO, un límite de velocidad de 30 km/h no aumenta la contaminación… Pero, en realidad, mejora la seguridad para ciclistas y peatones, reduce el ruido y calma la ciudad”.

Según las estimaciones de las autoridades, basadas en un estudio de la OMS, la nueva medida reduciría el número de accidentes de tráfico en un 25% y los accidentes mortales en un 40%. La limitación entró en vigor el lunes 30 de agosto después de que fuera sometida a una consulta pública en el año 2020, cuando participaron más de 5.700 personas.