El consultor político especializado en temas vinculados a China señaló en la 99.9 que se está viviendo una situación distinta en el gigante asiático respecto de lo que atraviesa gran parte del mundo.
La información sorprendió. En una conferencia de prensa el director de los Centros para el Control de Enfermedades de China, Gao Fu, indicó que las vacunas chinas “no tienen tasas de protección muy altas”. Eso desató inmediatamente la polémica.
En la 99.9 el consultor político Patricio Giusto, conocedor de la idiosincrasia del gigante asiático, indicó que “hay varias vacunas chinas, a nosotros nos debe importar la Sinopharm. Argentina está innovando por fuera de lo que la empresa indica con esto de dar una dosis y dilatar quien sabe hasta cuando la segunda. Los estudios de baja efectividad son alrededor de las dos dosis que es alrededor de un 70% y no se sabe mucho que pasa con una persona que se queda con una dosis”.
De todas maneras, señaló que en Argentina no hubo una estrategia inteligente y, por el contrario, se está haciendo un experimento: “nuestro gobierno tuvo una muy mala estrategia de adquisición de vacunas. Apostó a dos empresas, no le salió bien y empezó a hacer experimentos para que más personas estén vacunadas con la primera dosis, pero no sabemos que tipo de inmunidad tendremos. Están experimentando a cielo abierto y encima se ha comenzado a vacunar a personas mayores con la Sinopharm”.
China, por su parte, vive una realidad paralela al resto del mundo donde se corre detrás de la pandemia: “en China, desde hace un año se vive con normalidad. Dominaron rápidamente lo que pasó en Wuhan y luego hay brotes en distintas ciudades que también controlan rápidamente. Lamento que por una cuestión de sesgo y prejuicio no se haya estudiado como hizo con todo eso. Se cae en el facilismo de que son poderosos y represivos pero es falso, sino que se trata de políticas sanitarias exitosas”.
Hay otro aspecto que es real y es que la sociedad china es reacia a aplicarse la vacuna: “es cierto que los chinos no se quieren vacunar. Al no advertir la enfermedad cerca de ellos, creen innecesaria la vacunación. Hay un factor cultural además que es la medicina tradicional china por lo que la vacuna es un producto de la medicina occidental. Esto estaría influyendo en la vacunación. Hay otra parte de la sociedad que tiene escepticismo de sus propias vacunas”.
Por último, Giusto habló sobre un tema central que es el idioma porque no sólo se ha profundizado el aprendizaje de inglés en los niveles educativos, sino que además se busca la apertura a más lenguas: “los chinos son conscientes que el inglés es el idioma global y saben que nunca el chino será adoptado globalmente. En el nivel secundario, el inglés es esencial y un chino que quiera entrar a la Universidad debe dar un examen general de 5 materias y una de ellas es el inglés. Estudian otros idiomas también como el español que está superando al Aleman o el francés; ese es un dato muy importante para nosotros”.