El analista internacional se refirió en la 99.9 a la situación en Bolivia y destacó que dentro de la grieta planteada sobre si hay o no un golpe de estado, debe integrarse lo realizado por Evo Morales antes de que se desate esta crisis: “no podemos obviar el recuento de hechos previos que terminan con un fraude el 20 de octubre”.
La discusión mediática está planteada: hay o no golpe de estado en Bolivia. El analista internacional Patricio Giusto, destacó que hay una serie de hechos previos que no pueden quedar fuera de la valoración de la situación y donde Evo Morales es el principal responsable.
En la 99.9, explicó que “la grieta se profundiza con lo que pasa en Bolivia. Más allá de la preferencia ideológica, hay datos de la realidad para hacer el análisis. Uno puede discutir si técnicamente hubo golpe de estado o no, pero no podemos obviar el recuento de hechos previos que terminan con un fraude el 20 de octubre y desencadena en todo esto. Ahí se nos facilita la cuestión”.
Justamente respecto de esos hechos, explicó los pasos que dio el presidente renunciante: “primero fuerza una interpretación del Tribunal Superior que era adicto a él. Evo Morales rápidamente copto la justicia y ahí dejamos de tener República. Después convocó a un plebiscito para un tercer mandato que no estaba previsto en la Constitución y no conforme con ello, desconoce el resultado donde es derrotado por el 52%. La posibilidad de presentarse en esta última elección, está amparada bajo un pretexto absurdo de que la posibilidad de re reelección sería un derecho humano”.
Todo eso parece no haberle alcanzado a Morales y terminó manipulando las elecciones hasta autoproclamarse como ganador: “después está el fraude estructural planificado del cuál informa la OEA. Hubo una manipulación masiva de datos. Recién ahí tenemos que ver si es golpe de estado o no, porque Evo Morales hizo varios golpes contra el sistema Constitucional vigente. Si nos quedamos con la foto de las fuerzas armadas pidiendo que renuncie, empieza la discusión, pero durante muchos años se contribuyó a este escenario”, diferenció Giusto.
La salida de esta encrucijada parece difícil para el pueblo boliviano por todo lo que se ha generado y las dificultades para llamar nuevamente a elecciones: “Mesa en una situación institucional normal, probablemente hubiera sido electo en segunda vuelta. El tema es que ahora Bolivia está en una trampa institucional ante la renuncia de toda la línea sucesora y es difícil ver la salida institucional. Si hubiese elecciones, me parece que Mesa sigue siendo el principal dirigente, pero las cosas han cambiado. Hay que ver que candidatos se presentarían y quien garantizaría la seguridad del proceso electoral”.
El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández ya condenó el apoyo de Estados Unidos a la decisión de las Fuerzas Armadas de Bolivia indicando que vuelve a avalar dictaduras en Sudamércia. Para Giusto, no es más que el sinceramiento de un doble discurso que no le durará mucho una vez que asuma el cargo: “empieza a disolverse la ilusión de Alberto Fernández de tener una política internacional ambigua, como llevarse bien con Estados Unidos y a la vez no condenar la dictadura en Venezuela y apoyar líderes como Evo Morales. Eso no será posible. Tendrá enormes dificultades para sostener la política exterior así”.