Jorge Frías: “No es un conflicto, pero queremos tratar la presencia de personal extranjero en buques congeladores”

El titular de la Asociación de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca se refirió en la 99.9 al pedido que realizaron para que las empresas excluyan a los trabajadores extranjeros de los buques congeladores porque generan, en muchos casos, situaciones particulares.

La Asociación de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca emitió un comunicado donde exige a las empresas la exclusión del personal extranjero en congeladores, en un tema que no es nuevo, pero consideran que es un buen momento para abordar.

El Secretario General de la institución, Jorge Frías, señaló en la 99.9 que “estamos hablando de oficiales extranjeros que son de confianza de las empresas con origen de capitanes españoles, coreanos y chinos. Esto no es nuevo, por el contrario está desde que comienza a identificarse la pesca de altura con la flota congeladora en particular. No ocurre sólo en el puente de mando, sino también en la sala de máquinas”. 

Más allá de que no es algo nuevo, se ha avanzado de manera tal que se generan muchas situaciones de tensión que no deberían existir: “lo que ocurre es que, en algunos casos, la confianza con la que cuentan sobre pasan el abuso y a veces genera conflicto con el capitán de pesca o los oficiales. Es lo que queremos tratar con el sector empresario, no es una situación de conflicto, sino algo a trabajar”, remarcó.

Para ello, destacó que los capitanes que trabajan en Argentina pueden rápidamente adaptarse a la situación requerida por el propio expertise que tienen y que no sería necesario que se trajeran trabajadores extranjeros: “hay que tener en cuenta que cuando un capitán tiene la capacitación requerida y un tiempo desarrollando la actividad en la práctica, puede que no conozca algún arte innovador, pero si tiene la experiencia de un pescador, en un par de días puede hacer la maniobra”.

Los tiempos cambian y la cantidad de tiempo de navegación también y por eso, se agravó la situación: “la cuestión de fondo es que no teníamos la costumbre de estar tanto tiempo en el agua y eso hace difícil aceptar el cambio de vida ya que pasamos de estar 8 o 10 días fuera a casa a meses completos. Muchas empresas ya cambiaron esa modalidad y ahora las que restan, podrían hacerlo”, finalizó.