La representante de la Asociación de Profesionales de la Salud de General Pueyrredón, Teresa Leguizamón, explicó esta mañana en la 99.9 cuáles son los problemas que atraviesa el sector a comienzos del nuevo año. “Cuando llega fin de año, siempre nos quedamos sin insumos”, remarcó.
Todos los años, la situación es la misma: la falta de insumos golpea muy fuerte al servicio de Salud Pública, y los propios trabajadores deben salir a reclamar por algo que debería ser prioridad y obligación de los gobiernos. En Mar del Plata, la situación es grave. Por eso, Teresa Leguizamón, de la Asociación de Profesionales de la Salud de General Pueyrredón, habló con la 99.9 y le puso voz a un reclamo generalizado del sector: “cuando llega fin de año, nos quedamos sin insumos ni medicamentos. Siempre decimos que si hay algunos medicamentos que faltan, el Municipio debería arreglarlo. Hay algunos que llegan de Provincia, como los anticonceptivos; otros vienen desde la Municipalidad. Están faltando algunos remedios desde noviembre. A eso se suman las demoras en los turnos con los especialistas. Llega el verano y todo el mundo está de vacaciones, hay un especialista por cada área y nadie que lo reemplace ante cualquier eventualidad. Faltan recursos humanos”, puntualizó.
La falta de personal hace que los pacientes no tengan turnos de manera inmediata. “El servicio está, pero es difícil acceder a los turnos. En Pediatría, donde yo trabajo, como se aumentó la cantidad de pacientes por la Asignación Universal por Hijo (es obligatorio que tengan un control todos los años), han concurrido muchas más personas. Pero la cantidad de pediatras es la misma y están dando turnos para dentro de cuatro meses”, explicó. Luego abundó: “cuando llegan los chicos para el análisis obligatorio descubrimos algunos casos de bajo peso, que antes no veíamos. En el control se mide a los chicos, se los pesa, se les hacen controles de corazón, de la vista y se encuentran cosas. Después, se van derivando a los especialistas. Pero hay otro grupo de gente que, al no tener obra social, concurre a las salas”.
Pero lamentablemente, la escasez de personal no es el único problema que deben afrontar en este inicio de año: “otra de las cosas que hemos pedido es que se cumpla con el mantenimiento permanente, estamos atrás de eso siempre. La construcción de la Salita de Guanahaní es precaria; en una época se habló de un lote para construir algo nuevo porque esa construcción no da más, ya no es adecuado”. El CEMA tiene mucho que ver con esto, ya que tiene una partida de dinero que sale justamente de lo que estaba designado para otros sectores de la ciudad: “cada vez que se abre algo nuevo, surgen más gastos. La idea es que el funcionamiento del CEMA, que lleva mucho dinero por mes, no perjudique a las 32 salas que existen, más las postas sanitarias. Esto no tiene que perjudicar a todos y llevarse todo el presupuesto”.