El periodista Gustavo Bazzan habló esta mañana en la 99.9. Se refirió a su columna del diario Clarín, donde opinó sobre la toma del Colegio Nacional de Buenos Aires. “Hay una idea de pensamiento muy inflada de que no hay que ir contra lo que digan los chicos, lo que opinen los chicos, lo que voten los chicos, por temor a que el pibe te odie en la relación padre-hijo”, indicó.
Luego de que Tenenbaum le preguntara si no tenía miedo de que su hijo lo odiara por dar su opinión acerca de la toma del colegio, Bazzan sintió la necesidad de dar una batalla por el sentido común. En diálogo con la 99.9, dijo que eso le parecía un absurdo total y agregó: “hay una idea de pensamiento muy inflada de que no hay que ir contra lo que digan los chicos, lo que opinen los chicos, lo que voten los chicos, por el temor a que el pibe te odie en la relación padre-hijo.” Además, opinó: “una escalada sobre esa idea es lo que me estuvieron diciendo algunos personajes públicos a los que estuve respondiendo en Twitter, y que lo ponen en estas palabras: ‘pobre el hijo de Gustavo Bazzán cuando vuelva a clases’. O sea, tácitamente están asumiendo que, primero, mi hijo va a tener que ir con la cabeza tapada con una bolsa de papel; y segundo, lo más peligroso, lo que subyace, en mi opinión, es que asumen que va a ser totalmente lógico que mi hijo sufra algún tipo de bullying por lo que el padre estuvo diciendo en los medios de comunicación respecto a la toma del colegio. Me parece de una perversidad absoluta esa línea de razonamiento.”
El periodista trajo a colación lo que había dicho sobre ese otro universo de padres que mezclan esta situación con la Noche de los Lápices y las luchas de los ’70. En este sentido, Bazzan comentó: “a mí me llama la atención. Yo no me río, obviamente, de la represión; no me río ni me siento un idiota aclarándolo. No me río de los desaparecidos ni de sus familiares, naturalmente, ni de la Noche de los Lápices. No tengo por qué aclarar que no me río de eso, pero no veo tampoco ningún motivo para traer esos temas a la discusión de la toma del Colegio Nacional de Buenos Aires de estos días. En ese sentido es que lo digo”. Y añadió: “es todo tan obvio lo que estoy diciendo… Estamos discutiendo sentido común. Aplicar tanta energía a esto ya, la verdad, termina siendo más pérdida que ganancia. O tal vez no, hay que insistir en lo básico, básico, básico de lo básico, para que después a partir de ahí se empiece a subir el grado del tema de discusión. Es la dinámica del absurdo”. Y concluyó: “perder días de clases es una tragedia y creo que está suficientemente claro que la educación en la Argentina es un desastre. Y si vos encima la cascoteás, no creo que la puedas mejorar. Es como que para quejarnos de que están mal las rutas o los caminos rurales nos pongamos a dinamitar la Panamericana “