Una madre recolectó basura, lavó platos, pidió prestado, durmió en parques y recorrió diez provincias para buscar a su hijo, que fue secuestrado cuando tenía 6 años. La mujer, que estuvo 17 años en plena búsqueda, perdió todo: su casa, su trabajo y hasta su marido.
Se trata de Ye Jinxiu, una mamá china que buscó durante 17 años a su hijo, secuestrado en 1993. En ese período, lo perdió todo: su casa, su familia, su esposo. Recorrió diez provincias, después de que el nene de seis años desapareciera. Recolectó basura, lavó platos, pidió prestado y durmió en parques. Incluso estuvo al borde de la muerte antes de que su marido la abandonara.
Finalmente, se encontró a su hijo, pero cuando se reencontraron, él ni siquiera la abrazó. Sólo se quedó con ella durante un año y luego se marchó. Desde entonces no supo de él y ya pasaron dos años.
“No me arrepiento”, dice de todas formas. “Cómo vive (mi hijo) su vida depende de él. Cuando tu hijo desaparece no podes parar de buscarlo”. A los 59 años, es una “sin techo” y anda por las calles de Fuzhou en la costa Este de china ayudando a otras familias a encontrar a sus hijos.
En las regiones más pobres de China, los niños son robados y vendidos a familias de la costa este. Se estima que decenas de miles de chicos, la mayoría de ellos varones, son secuestrados. Estos pequeños quedan en manos de familias que no han tenido hijos varones. Otros motivo para el secuestro es su posterior venta a redes criminales.
En China no hay una cifra pública sobre cuántos niños son secuestrados cada año. Pero solo en los 10 primeros meses de 2013 las autoridades dijeron haber rescatado a 24 mil.