Pitufos en peligro

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El relato del Intendente Gustavo Arnaldo “Perogrullo” Pulti no se detiene nunca, pero cuando el mismo se aplica a temas sensibles, como la seguridad, todos terminamos en peligro. La formación de la policía local: lo que se dice vs lo que pasa.

En septiembre de este año Pulti decía:  “los exámenes finales se están desarrollando muy bien. Son distintos tipos de práctica: tiro, operativos que tienen que llevarse a cabo, preparación física, conocimientos teóricos, entre otros. Todo se desarrolló con la misma voluntad y excelencia que tuvimos desde el principio”.

“Hoy –continuaba entonces- la Policía Local está a punto de dar sus primeros pasos en la calle y concluyendo su capacitación de forma muy positiva, con pruebas que dan bien y que, además, demuestran la calidad del trabajo que se ha hecho de manera conjunta en la Escuela Vucetich y la Escuela de Seguridad Municipal. Esto nos está dando resultados importantes que los vecinos van a poder verificar en cada calle”.

Sin embargo, testimonios de la inoperancia, falta de formación o, directamente, abusos por parte de miembros de la policía local se repiten a diario.

Hace poco, un lector nos comentaba que, encontrándose en el barrio Los Pinares fue consultado para pedirle direcciones por un grupo de cuatro miembros de la policía local que eran incapaces de ubicar la calle Estrada, una importante avenida de la zona norte de la ciudad que se encontraba a menos de veinte cuadras del lugar en el que estos efectivos estaban realizando sus tareas.

Hoy, un lector nos acerca otro testimonio, acompañado de un claro registro fotográfico:

“La falta de empleo a hecho que cientos de jóvenes se incorporen a la Policía Local, y que el saliente intendente, en su afán de re elección los largue a las calles sin instrucción y sin la mas mínima noción de como deben desempeñarse en el campo, la inoperancia esta a la vista, espero que alguien con cerebro asuma y les de la oportunidad de seguir vivos a través del entrenamiento”.

 

Una policía sin la adecuada formación es un peligro para la sociedad en su conjunto, pero en especial para los propios efectivos policiales que, eventualmente, tendrán que enfrentarse con situaciones críticas para las cuales no están preparados. El intendente electo, Carlos Fernando Arroyo, se comprometió a mantener esta fuerza, pero mejorando la formación de los efectivos policiales.

Por el bien de todos, esperemos que cumpla.