Su tamaño sugiere que son rocosos, como la Tierra, o que están compuestos principalmente de agua sólida, según la revista Science.
Investigadores han identificado por primera vez planetas del tamaño de la Tierra en la zona habitable de una estrella similar al Sol. Imágenes de la estrella tomadas por el astrofísico Crepp Justin, de la Universidad de Notre Dame, en South Bend, Estados Unidos, descartan explicaciones alternativas de los datos. Y confirman que cinco planetas orbitan en Kepler 62; dos de ellos situados en la zona habitable, como muestran los resultados publicados este jueves en Science.
“Un sistema de cinco planetas con 1,41 y 1,61 radios de la Tierra en la zona habitable de una estrella K2V ha sido detectado con la nave espacial Kepler y validado con una alta confianza estadística“, informa la revista. Esos dos planetas, llamados Kepler-62 E y F, son los más exteriores de los cinco planetas observados y reciben flujo solar de una estrella similar al Sol. Su tamaño sugiere que son rocosos, como la Tierra, o que están compuestos principalmente de agua sólida.
Un planeta descubierto hace más de un año en la zona habitable de otra estrella semejante al Sol, el Kepler-22, con un radio de 2,4 veces el de la Tierra, dejó a los investigadores menos seguros de su composición. “Por lo que podemos decir de su radio y el período orbital, estos son los objetos más similares a la Tierra que hemos encontrado por el momento“, aseguró Crepp, profesor asistente de Física. Los investigadores utilizan las fluctuaciones en el brillo de una estrella para identificar la presencia de un planeta cuyo potencial de tránsito atenúa periódicamente la luz de la estrella.
Crepp usó grandes telescopios terrestres para tomar la imagen de la estrella madre y analizó el sistema para otros fenómenos astronómicos seguros. Por ejemplo, que las inmediaciones de estrellas binarias eclipsantes no están causando fluctuación, un común “falso positivo” encontrado en la investigación. Además, notó un punto débil cercano a Kepler-62 hace un año, dando lugar a meses de estudio detallado para confirmar la interpretación del planeta.