Llegaron a las bibliotecas de los colegios secundarios. Muchos docentes los rechazaron.
Sexo explícito, zoofilia, violaciones a mujeres y lenguaje vulgar, son parte de los contenidos de libros que envió el Ministerio de Educación de la Nación como material de lectura a escuelas públicas mendocinas y que generaron polémica. Muchos directivos y docentes rechazaron los textos considerándolos inapropiados para púberes y adolescentes.
“El vocabulario y las imágenes violentas no son adecuadas para un chico. Tenemos que ofrecer un conocimiento alternativo a la basura que muestra la TV y algunos sitios de Internet”, dijo a Clarín el director de la Escuela Técnica Secundaria Villanueva de Maipú, Osvaldo Calvente.
Uno de los libros es “El Inspector Justo y otras historias”, de Sanyú, una historieta policial con escenas de sexo y violencia. “Esto de ninguna manera podía estar en la biblioteca escolar. Son textos para adultos; cuando se lo mostramos a la supervisora, se sorprendió por el alto contenido erótico ”, contó Calvente. Otros títulos cuestionados han sido “Sin novedad en el Frente”, de Patricia Breccia, o “El libro de Peter Capusotto”, del actor Diego Capusotto.
“Algunos me han dicho pacata. Pero yo a mis hijos y mis alumnos no les daría estos libros por respeto. En la escuela se deben aprender valores y un lenguaje adecuado ”, opinó la profesora de Matemática de la Escuela Normal de Rivadavia, Miriam Sobisch, quien compartió estos materiales en la página de Facebook de docentes mendocinos independientes. La docente contó que en un jardín maternal llegó un libro con contenidos escatológicos: “se enseña a fabricar caca, vómito y mocos y a comer todo eso con un globo; luego, tomar bicarbonato y eructar”, describió. Y relató el caso de una escuela de San Martín, en el Este mendocino, donde comparten biblioteca los alumnos de la primaria y la secundaria. Allí, la directora pidió que les repartan a los chicos los libros enviados por la Nación, “cuando se acercó al aula, se sorprendió al verlos tan callados y advirtió que la historieta tenía imágenes pornográficas”.
En el caso del libro de Peter Capusotto, los docentes cuestionan el lenguaje vulgar y algunos chistes violentos como los fans suicidas: “hay frases como: ‘Metete tu cariño en el culo’ o ‘Aquí no se coje’. Además de una guía sobre cómo romper instrumentos. Si queremos una escuela sin violencia, no podemos dar estos materiales”, opinó Sobisch.
La Dirección General de Escuelas de Mendoza señaló que cada colegio deberá decidir si los libros enviados por Nación son correctos para los alumnos. “Me parece una respuesta irresponsable. Con qué fondos se pagan libros que serán descartados”, preguntó el director de la Escuela Técnica de Maipú. Los textos son editados por Colihue, de Aurelio Narvaja, integrante de la agrupación de intelectuales kirchneristas Carta Abierta. Narvaja y Colihue quedaron envueltos en una controversia en abril, cuando su editorial fue una de las más beneficiadas en la licitación para la compra de libros que lanzó el ministro Alberto Sileoni.
La Subsecretaría de Planeamiento y Evaluación de Calidad Educativa de la Dirección General de Escuelas de Mendoza envió un comunicado a los colegios secundarios pidiendo “no incorporar para el acceso directo de los alumnos aquellos textos que consideren inapropiados para la formación de adolescentes y jóvenes”.
A última hora de la tarde, llegó una circular del Ministerio de Educación de la Nación aclarando que “el material no es de carácter obligatorio” y que son los docentes quienes deberán evaluar “la pertinencia y el abordaje pedagógico en el aula”.