La falta de incentivos llevó a las petroleras a abandonar la búsqueda de este recurso en pozos convencionales y no convencionales como el shale y tight.
Por primera vez en los últimos diez años no hay ningún equipo perforando en busca de gas en el país. La falta de incentivos llevó a las petroleras a abandonar la búsqueda de este recurso en pozos convencionales, shale y tight.
A raíz de la persistente declinación en la producción de gas que venía registrándose desde 2001 como resultado del congelamiento de las tarifas residenciales, y que había forzado a importar ese fluido desde Bolivia, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner lanzó en 2008 el programa Gas Plus, a través del cual se introdujo un esquema de incentivos de precios para fomentar las inversiones en nuevos proyectos y de ese modo revertir la declinación de la producción.
El programa posibilitó la inversión en proyectos en yacimientos de tight, nuevos descubrimientos y reactivación de yacimientos no productivos. El incentivo era claro: garantizar la disponibilidad de ese mayor volumen a un precio sustancialmente mayor al que venían recibiendo hasta ese momento. El primer proyecto aprobado ese año fue de la petrolera Apache para el bloque Estación Fernández Oro y luego se fueron sumando Pluspetrol, Total, PAE, YPF, Entre Lomas, Capex y CGC, entre otras. En 5 años se llegaron a perforar más de 300 pozos y la producción, según un informe de la Society of Petroleum Engineers de Argentina, publicado en 2013, creció 10% por sobre lo que se hubiera registrado si el incentivo no se hubiera puesto en marcha.
Luego de aquel programa inicial, siguieron otra serie de incentivos como Plan Gas y la Resolución 46/2017 que también alentaron importantes desarrollos gasíferos no convencionales, como Fortín de Piedra de Tecpetrol. Sin embargo, la perforación comenzó a caer en el último año por una combinación de factores que incluye los cambios en la resolución 46/17 para recortar los subsidios, la baja en el precio, la falta de infraestructura necesaria para evacuar el fluido y la incertidumbre que atraviesa el sector debido a la falta de señales claras sobre cuál será la política oficial. De este modo, las petroleras se fueron concentrando en extraer petróleo, y el gas asociado, pero los proyectos exclusivos de gas se redujeron a su mínima expresión.
En este contexto, en febrero se llegó a tocar fondo al no haber ningún equipo perforando nuevos pozos gasíferos. En materia de completación de pozos, el especialista Luciano Fucello, por ejemplo, distribuyó un gráfico este martes (ver foto) donde puede verse que el mes pasado no se registró ninguna etapa de fractura en tight gas y la misma situación se observa en los campos convencionales y de shale gas.