Por primera vez en 35 años, abrieron un cruce fronterizo entre Armenia y Turquía para permitir el paso de ayuda tras el terremoto

Cinco camiones con alimentos y agua llegaron este sábado a la zona de la tragedia desde el Paso Fronterizo de Alican.

Un paso fronterizo entre Armenia y Turquía se abrió este sábado por primera vez en 35 años para permitir el paso de ayuda humanitaria tras el fuerte terremoto que sacudió la región, según informó un funcionario.

Cinco camiones con ayuda, incluidos alimentos y agua, llegaron a Turquía desde el paso fronterizo de Alican, declaró en Twitter Serdar Kilic, enviado especial de Turquía para el diálogo con Armenia. La agencia estatal de noticias Anadolu dijo que era la primera vez que se abría desde 1988.

Por su parte, el secretario de Prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia, Vahan Hunanyan escribió en Twitter: “Hoy Armenia ha enviado ayuda humanitaria a Turquía. Camiones con ayuda humanitaria han cruzado el puente de Margara, en la frontera, y se dirigen a la región afectada por el terremoto”.

El paso fronterizo de Alican también se utilizó en 1988, cuando un gran terremoto sacudió Armenia, para enviar la ayuda recogida por la Media Luna Roja turca a las zonas afectadas.

El año pasado, las autoridades turcas y armenias acordaron abrir la frontera terrestre para los ciudadanos de terceros países que visitaran ambas naciones, indicó el Ministerio de Asuntos Exteriores turco.

La ayuda y los equipos de rescate se han centrado en las grandes ciudades tras el seísmo, pero en Turquía hay un gran número de localidades pequeñas a las que todavía no ha llegado ninguna ayuda.

El devastador terremoto del pasado lunes sacudió una enorme zona del sureste de Turquía, de un tamaño mayor que la superficie de Portugal, y el alto grado de destrucción, incluidas infraestructuras básicas, dificulta la distribución de ayuda.

Además, el diario Hurriyet informa este sábado de que muchas de las carreteras que conducen a aldeas rurales en la región están cerradas debido a las nevadas. El mal estado de muchas carreteras de montaña ya antes del terremoto complica las comunicaciones.

“Tal vez es insuficiente pero la ayuda estatal y la de voluntarios llegó a las ciudades, pero casi nada ha llegado a miles de pueblos donde la gente está luchando por sobrevivir”, explicó a EFE Yilmaz Kurt, un médico especialista en urgencias.