Preocupación por falta de médicos en terapias intensivas

Profesionales de la especialidad afirman que pocos jóvenes optan por esa rama de la medicina. Claves de una crisis que se agrava.

Especialistas-terapias-intensivasMientras avanza la formación de la Asociación Médicos Intensivistas de La Plata (AMILP), los profesionales emergentólogos advierten que la especialidad corre serios riesgos de vida en el mediano plazo por la falta de médicos jóvenes que optan por esa rama de la medicina, y por la inadecuada remuneración que reciben por las jornadas laborales de 24 horas.
Los médicos aseguraron que para adquirir la especialidad hay que hacer residencias que llevan entre 4 y 5 años, uno de ellos de medicina clínica, y en el esfuerzo formativo también se exige adquirir conocimientos de inglés, el idioma en el que se publican los libros, conferencias y publicaciones científicas. Sin embargo, la dedicación no tiene su correlato en el aspecto remunerativo. En ese sentido, los terapistas denunciaron que por ejemplo IOMA -la obra social que representa el 70 por ciento de su trabajo- les paga por la atención de un paciente crítico $ 265 por guardia.
“Si hacemos la cuenta de cuánto vale nuestra hora de atención es sensiblemente menor a la de alguien que, por ejemplo, da clases particulares o limpia casas por horas”, consignó Ricardo Nájera, jefe de terapia intensiva del Hospital Español. Y agregó que esa suma suele cobrarse con un retraso de 3 meses.

Un panorama que se agrava 

Como dato ilustrativo de un panorama que se fue agravando en los últimos años, Carlos Feller, jefe de servicio de terapia intensiva del Hospital Rossi, indicó que de los últimos 50 cargos dispuestos por la Provincia para el ingreso de residentes a las terapias, cerca de la mitad fue cubierto por médicos extranjeros. “Ese porcentaje constituye mano de obra que se forma, pero que después no se incorpora a nuestro mercado laboral de la emergentología y la terapia, ya que en muchos casos regresan a sus países”, apuntó el médico. Para revertir la problemática hay algunas iniciativas en estudio, como la de formar una cátedra de emergentología en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata, ámbito en el que se brindarían los conocimientos específicos de la especialidad y se promovería el entrenamiento adecuado de los nuevos profesionales. El proyecto, según evalúan los profesionales, es sumamente necesario en una sociedad en la que por ejemplo los accidentes con altos índices de mortalidad afectan cada vez más a poblaciones que tienen entre 1 y 40 años. “Las secuelas que sufren esos pacientes suelen ser terribles y para ellos es vital estar atendidos por profesionales que sepan tomar decisiones acertadas y estén adecuadamente entrenados; lo mismo ocurre con las personas que sufren accidentes cerebrovasculares”, agregó Alberto Legarto, jefe de terapia intensiva del Hospital Italiano. Los miembros de AMILP también denunciaron que, pese a que en el ámbito privado hay profesionales que cobran un sueldo por la tarea, no se contempla ni la antigüedad ni las vacaciones. Además, se pusieron bajo la lupa las condiciones laborales en las que desarrollan su tarea, problemática que también se planteó en el Colegio de Médicos y en la Agremiación Médica. “Se va a hacer un mapa en cada unidad asistencial para ver la situación laboral a la que estamos expuestos; entre otras cosas, se evaluarán los episodios de violencia, lamentablemente cada vez más frecuente en los hospitales”, agregó Feller. En cuanto a la situación salarial, los médicos plantearon la necesidad de que se adjudique un valor diferenciado a las guardias de las terapias intensivas. “En 1987 se presentó un proyecto en la Legislatura para que los médicos de las terapias intensivas puedan pasar a otras especialidades afines, eso los estimularía a trabajar en la emergencia con la opción de que luego puedan dejar esa actividad”, sostuvo Nájera.

Guardias eternas

El horario laboral es otro de los ítems sobre los que trabaja AMILP, y entre las alternativas está la de reducir las guardias de 24 horas a jornadas de 12 o 16 horas. “Si no cambian las cosas en poco tiempo nos vamos a quedar sin especialidad, porque para subsistir hay médicos que tienen que hacer unas 3 guardias por semana y no hay que olvidarse que atendemos a pacientes en estado crítico y tenemos que estar en las mejores condiciones físicas”, sostuvo Legarto.