Otras dos ventajas del nuevo medicamento: su estabilidad, que genera menos hipoglucemia, y la flexibilidad en su aplicación.
La insulina de última generación, la primera de acción ultra prolongada para el tratamiento de la diabetes en adultos, fue presentada en Buenos Aires durante un encuentro médico en que se resaltaron otras ventajas, como la reducción de los niveles de glucosa.
“Se trata de la primera insulina basal de acción ultraprolongada para el tratamiento de las diabetes tipo 1 y 2 en adultos, que se administra una vez por día y tiene una duración de hasta 42 horas, lo que permite mayor flexibilidad en cuanto al horario de aplicación diaria”, explicó a Télam Graciela Fuente, jefa de la Unidad de Nutrición del Hospital Carlos Durand. La especialista precisó que “de todos modos, debe respetarse un mínimo de ocho horas entre las aplicaciones” y destacó que la nueva insulina, llamada Degludec, “demostró reducir los niveles de glucosa con menor riesgo de hipoglucemia nocturna, si se la compara con otras insulinas de acción prolongada”.
“Las ventajas de esta insulina pueden resumirse en tres: su duración de acción prolongada; su estabilidad, que genera menos hipoglucemia; y la flexibilidad que permite, ya que aunque no se aplique todos los días a la misma hora no trae complicaciones”, apuntó León Litwak, del Servicio de Endocrinología, Metabolismo y Medicina Nuclear del Hospital Italiano. Litwak señaló que la indicación del médico es de una aplicación diaria, pero que si por alguna razón el paciente no pudiera colocarse la inyección exactamente a la misma hora, “la cobertura estaría igualmente garantizada”.
“Esto significa que el paciente puede variar el horario de administración de la insulina sin alterar su efecto, con la sola precaución de mantener un mínimo de ocho horas entre las aplicaciones”, precisó.
La nueva insulina, disponible en una lapicera que permite dosis de hasta 80 unidades por aplicación, fue aprobada en la Argentina por ANMAT el 30 de diciembre de 2013, sumándose al grupo de 14 países que actualmente dispone del medicamento. “En menos de 100 años, desde que se descubrió, la insulina se mejoró muchísimo. Y hoy subimos un escalón más en el control de los pacientes que dependen de eso para toda la vida”, destacó Litwak.
En la Argentina, según datos de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2009, existen aproximadamente 2.5 millones de adultos diagnosticados con diabetes.
“De los 2.5 millones de argentinos que tienen esta enfermedad crónica, un 10 por ciento tiene diabetes tipo 1, cuya vida depende de la insulina, y el 30 por ciento del otro 90 también usa insulina, lo que implica que cualquier mejoría en la administración tiene un gran impacto en la población”, detalló Litwak.