Si bien el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación tendrá incremento, existen áreas donde la caída de partidas llega a 66 por ciento.
El debate sobre el proyecto de ley 2017, que prevé un recorte en ciencia, se extendió entre la comunidad científica, los medios y las redes sociales. Y la pregunta de fondo emergió a la superficie: ¿hay realmente un recorte en las partidas?
Primero que nada hay que explicar que existen tres fuentes que requieren dinero. Primero, aquellos institutos que requieren presupuesto y que no están dentro de la órbita del Ministerio de Ciencia y Tecnología, como el INTI o el INTA; luego, está el presupuesto que requiere el ministerio, que tiene tres programas insignia; y por último lo que corresponde al Conicet y a la Conae.
“La preocupación es razonable en términos de estos recortes, lo que no quita que haya una interpretación que no se condice en su totalidad con lo que dicen los números en este sentido”, explicó Guido Rangugni, miembro comisión directiva de ASAP, a Apertura.com.
En ese sentido, Rangugni hizo un repaso por tres puntos fundamentales: cuánta plata tenía asignada a principio de año el ministerio y los programas, cuánta usarán de esa partida para fin de 2016 y cuánto le asignará el nuevo presupuesto.
Paso a paso
El Ministerio de Ciencia tiene tres programas presupuestarios. El primero de ellos, llamado “Actividades centrales”, es la parte administrativa. Contó un presupuesto inicial de $ 945 millones, tiene un cierre previsto de $ 900 millones y, para 2017, el proyecto de ley de presupuesto contempla $ 837 millones.
El segundo, llamado “Promoción y financiamiento de ciencia, tecnología e innovación”, tuvo en 2016 una partida inicial de $ 1271 millones, tiene un cierre previsto de $ 1254 millones y, el nuevo presupuesto, le contempla fondos por $ 860 millones. “Es decir que hay una caída de 31,4 por ciento”, explicó Rangugni.
Mientras tanto, el tercer programa del Ministerio se llama “Formulación e incrementación de la política de Ciencia y Tecnología” y tuvo en 2016 un presupuesto inicial de $ 827 millones, una previsión de cierre de $ 1066 millones y, para 2017, se le asignó un presupuesto de $ 357 millones, es decir, cae 66,5 por ciento.
Sin embargo, acá Rangugni pone el foco. Sucede que el presupuesto del Conicet, para 2016, era inicialmente de $ 6883 millones y tiene un cierre previsto de $ 7027 millones (contó con una ampliación de presupuesto). “Acá hay que detallar que, para 2017, el presupuesto asignado es de $ 10.163 millones, es decir, 44, por ciento más”, aclaró.
No corre la misma suerte la Conae. “Contó con un presupuesto inicial de $ 1863 millones, el mismo monto previsto de cierre pero el proyecto de ley le proyecta $ 1740 millones, una caída de 6,6 por ciento”, detalló.
Si uno tomara los números del Ministerio de Ciencia en 2016 y su comparativo con el nuevo presupuesto, se encontrará con que, este año, tuvo fondos iniciales por $ 11.790 millones; el cierre previsto es de $ 12.110 millones y, la proyección para 2017 es de $ 13.957 millones. Por lo tanto, habrá un incremento de 15,3 por ciento.
Más allá de eso, Rangugni resaltó su preocupación en torno a estos recortes, donde el único que aumenta su presupuesto es el Conicet (si de organismos descentralizados se trata). De todas formas, aclaró: “El gasto total para todos los ministerios aumentará 22,1 por ciento, mientras que el presupuesto para Ciencia y Técnica en general, situación que también abarca al INTI y al INTA, será de 24,7 por ciento, es decir, por arriba del promedio”.