Primer juicio por un crimen de guerra en Ucrania. Este soldado ruso que comparece desde la pecera del tribunal de Kiev, es el Sargento Vadin Shyshimarin, de 21 años, perteneciente a una brigada de tanques capturada.
Se enfrenta a una posible cadena perpetua según la sección del código penal ucraniano que aborda las normas de la guerra.
Está acusado de disparar a un ucraniano de 62 años en la cabeza desde la ventanilla abierta de un coche durante la primera semana de la ofensiva rusa en Ucrania.
Los hechos ocurrieron en el pueblo nororiental de Chupakhivka, al oeste de Járkov.
El propio Shyshimarin confesó haber disparado al civil porque “así se lo habían ordenado”.
El Servicio de Seguridad de Ucrania, conocido como SBU, publicó el 4 de mayo un breve vídeo de Shyshimarin hablando ante la cámara y describiendo brevemente cómo disparó al hombre. El SBU describió el vídeo como “una de las primeras confesiones de los invasores enemigos”.
“Me ordenaron disparar”, dijo Shyshimarin, que llevaba una sudadera con capucha azul y gris. “Le disparé una (bala). Cayó. Y seguimos adelante”.
Crímenes de guerra en Bucha
Muchas de las presuntas atrocidades salieron a la luz el mes pasado después de que las fuerzas de Moscú pusieran fin a su intento de capturar Kiev y se retiraran de los alrededores de la capital, dejando al descubierto fosas comunes y calles y patios sembrados de cadáveres en ciudades como Bucha.
La Fiscalía General de Ucrania está investigando varias acusaciones de que las tropas rusas violaron el derecho ucraniano e internacional al matar, torturar y maltratar posiblemente a miles de civiles ucranianos.
En total, tiene en su radar más de 10.700 posibles crímenes de guerra en los que están implicados más de 600 sospechosos entre soldados rusos y funcionarios del Kremlin.