Tres personas seguirán presas por la causa. El fallo hace referencia a una organización delictiva.
En una novedosa resolución judicial, el juez de Garantías de La Plata, César Melazo, convirtió ayer en prisión preventiva la detención de tres “trapitos” que el mes pasado, durante una competencia de Súper TC 2000 en el Estadio Único, le habrían pedido dinero a un espectador para “cuidarle” el auto, supuestamente bajo amenazas. En este tipo de actividad delictiva, cuando se forma causa penal, los imputados siempre son liberados porque el delito máximo que se les puede imputar, como en este caso, es el de “tentativa de extorsión”, que es excarcelable.
Sin embargo, el juez Melazo (siguiendo el criterio de su par Guillermo Atencio, que actúa en esta causa y ordenó las detenciones, aunque ahora está de licencia) entendió que “las circunstancias particulares de este hecho, la cadena delictiva que presupone este tipo de delitos, la que en este caso encuentro corroborada con los domicilios reales de los imputados (del Gran Buenos Aires); los que, atendiendo a su ajenidad, no solo del lugar de perpetración sino del de ellos entre sí, me permite concluir que no de otro modo pudo haberse llevado a cabo la maniobra investigada sino con la colaboración y organización a la que me he referido, y que me permite sostener la procedencia del encarcelamiento preventivo”.
Con estos fundamentos el juez dictó la preventiva. En la práctica, si se confirma esta resolución que puede ser apelada ante la Cámara Penal, significa que los imputados Gabriel Antonio Amenta, Jonatan David Godoy y Matías Adrián Salas seguirán en prisión; al menos hasta que se ventile el hecho en audiencia oral y pública. El hecho que motivó la causa ocurrió el 19 de octubre último, en el Estadio Único, durante la realización de una competencia de Súper TC 2000. Ese día, los “cuidacoches”, como es costumbre, entraron en acción: comenzaron a pedir dinero a los espectadores que estacionaban en las cercanías del estadio, en la zona de 25 a 26 y 528 a 529. Pero un automovilista, al sentirse intimidado, llamó a la Policía y tres hombres terminaron dentro de la comisaría de Ringuelet. Allí, se les secuestró una importante suma de dinero que producto de su actividad ilícita.
Con el inicio del sumario policial, las actuaciones pasaron por el fiscal penal de turno, Juan Condomí Alcorta, quien pidió formalmente la detención y ahora la preventiva por el delito de tentativa de extorsión. La figura penal es la del Artículo 168 del Código Penal, que establece: “será reprimido con reclusión o prisión de cinco a diez años el que, con intimidación o simulando autoridad pública o falsa orden de la misma, obligue a otro a entregar, enviar, depositar o poner a su disposición o a la de un tercero, cosas, dinero o documentos que produzcan efectos jurídicos”. De todas formas, como el delito fue tentado, es decir que no se alcanzó a consumar por la intervención policial, la pena en expectativa se verá reducida a un tercio a la mitad. Al analizar el requerimiento fiscal, el doctor Melazo entendió que “la prueba producida permite sospechar que Amenta, Godoy y Matías Salas resultan ser su autores penalmente responsables”.