Cooperativas aseguran precios hasta 50% más bajos.
Con el fin de moderar el peso de las grandes corporaciones en el mercado de los productos de consumo masivo, la cámara de supermercados chinos, CASERCH, impulsa un proyecto de ley. La idea es garantizar que al menos el 30% de los productos que se venden en los comercios de proximidad sean fabricados en pequeñas empresas de origen regional.
También participan de la iniciativa la cooperativa Consolidar, que agrupa a cooperativas del sector alimenticio; la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), pymes y la Secretaría de Participación Ciudadana del Gobierno bonaerense.
“La idea es terminar con la concentración de las grandes cadenas que hoy ostentan un 95% de los productos en exhibición”, explicó a Tiempo Argentino Miguel Calvete, titular de CASRECH. Ese porcentaje, agregó el dirigente, es dominio de apenas 30 empresas, en su mayoría multinacionales.
Mientras se desarrolla un proyecto de alcance nacional, la iniciativa avanza en varios municipios bonaerenses, como La Matanza, Florencio Varela y San Martín, donde buscan que mayores porcentajes de los productos en oferta en las góndolas pertenezcan a cooperativas y pymes locales, bajo la condición de que presenten productos competitivos. “La idea es que se les dé (a esas fábricas) la posibilidad de tener un canal de venta para que no caigan en trampas monopólicas”, agregó Calvete.
Además de las ventajas que acarrearía un proyecto así para las pequeñas factorías, quienes lo impulsan aseguran que esas fábricas pueden garantizar precios hasta un 50% más baratos que los de los grandes proveedores. No obstante, un tema a garantizar es el financiamiento, necesario para foguear a las fábricas de menor envergadura; y también el redireccionamiento de subsidios, que hoy son mayormente destinados a grandes empresas para ampliación de capacidades, cuando se trata de compañías que tienen estructura para autofinanciarse.
El proyecto tuvo buena recepción esta semana en las reuniones con el Gobierno. Se calcula que la iniciativa podría tener un importante efecto sobre la formación de precios y que establecería valores de referencia desde unos 12 mil comercios solo en la región metropolitana, contando supermercados chinos y almacenes de barrio, entre otros locales considerados “de proximidad”.
“Lo más significativo de la propuesta pasa por el diferencial de precios”, reconoció Calvete. Los rubros que presentan ventajas más notorias son limpieza, alimentos enlatados y productos farináceos. Pero también se destaca la potencialidad de las pequeñas y medianas fábricas de envases de vidrio y otros materiales, sectores fuertemente monopolizados de la economía.
“La concentración que tiene del sector alimentación duplica a la de los medios de comunicación”, comparó Calvete, para ilustrar las relaciones entre corporaciones, proveedores y otros eslabones.