Qué tiene en mente el hombre elegido por Macri para que se concreten las inversiones

Ayuda a las empresas a abrir las puertas necesarias para que el dinero llegue a la economía real. Su plan para hacer un evento estrella.

La foto que tiene frente a su escritorio junto al presidente Mauricio Macri lo delata. Juan Procaccini es el hombre señalado por el jefe de Estado para despejar el camino a las inversiones que llegan al país, y el canal para lograr esto es la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI), creada por el Ministerio de Producción a principios de 2016.
Luego de una extensa trayectoria en el mundo del prívate equity tradicional y del real estate, Procaccini asumió en la agencia en 2016 para asegurarse de que las inversiones anunciadas se concreten. “Si el inversor tiene un problema con la Aduana, con algún asunto del comercio, con una aprobación de una licencia, con un registro, con el INTI o con el Senasa, nosotros lo acompañamos para que los procesos de inversión sean eficientes”, explica el funcionario.
La otra tarea del organismo es aún más exigente: promocionar los sectores de la economía local y que lleguen, cada año, al menos US$ 25.000 millones de Inversión Extranjera Directa (IED). “Cuando asumimos en 2015 entraban US$ 8000 millones anuales, y hoy nuestro trabajo es que lleguen esos US$ 17.000 millones que faltan”, asegura.
Para esto, entre las herramientas de promoción que tiene la agencia, la más importante fue haber montado el “Mini Davos” el año pasado, un evento donde los pesos pesados de las empresas internacionales vinieron al país a analizar personalmente la situación económica y empaparse sobre las posibilidades reales de inversión. Pero, con el G-20 por delante, en el 2018 Procaccini promete que está planificando un nuevo encuentro de negocios. “Es un buen espacio para hacer algo de nuevo. Tengo muchas ganas”, anticipa el presidente de la AAICI.
En el piso 12 del edificio República, ubicado entre las avenidas Leandro N. Alem y Eduardo Madero, Procaccini recibe a Apertura.com para una entrevista exclusiva. No es casualidad que, detrás del escritorio de su oficina, las ventanas muestren la vista de los diques de Puerto Madero. “Nos importaba que el inversor que venga a la agencia vea la Argentina que podemos ser”, comenta.

¿Qué capacidades se necesitan para cerrar un proyecto de inversión multimillonario?

Dentro del mundo de inversiones hay tener varias capacidades para ser bueno. Yo no sé si soy bueno, pero sí considero tener alguna de esas capacidades desarrolladas. Una es entender del negocio en sí mismo: la parte técnica es importante. Esto significa conocer el sector, la dinámica, poder proyectar para saber cuánto vale el negocio, qué podría pasar en el futuro, entender cuáles son las dinámicas entre proveedores y clientes. Y después, hay que ser un buen negociador. La parte de la relación interpersonal es muy importante. Los negocios no se hacen si entre las personas no hay un voto de confianza. Es muy difícil que me puedas vender algo caro sin que yo confíe en vos. Y eso tiene que ver con la capacidad de inteligencia emocional, de negociación y de vinculación entre las personas. La parte técnica-financiera, analítica, es importante pero menos relevante que lo otro.

La agencia debe promocionar todos los sectores: desde los más atractivos para el inversor -minería, energía o telecomunicaciones- hasta los menos rentables –educación o salud-. ¿Cuál es la estrategia?

La realidad es que hay sectores que generan mucho interés, porque son sectores que en el mundo hay poco espacio para desarrollar inversión, como lo hay en la Argentina. Y hay sectores que para el país son relevantes, pero no interesan tanto desde el punto de vista del inversor. Entonces ahí el desafío nuestro es ver cómo hacemos para organizarnos de forma tal de tener foco en lo que nosotros queremos que se venda. Y vamos a focalizarnos en aquellos sectores en los que creemos que tienen mayor impacto económico, que tiene que ver con la generación de empleo, con los montos de inversión, con el desarrollo geográfico de economías del interior del país. Regiones donde, por más que la inversión no sea demasiado grande, sea suficiente para generar un impacto fuerte dentro de esa economía.

¿Qué rol cumple específicamente la agencia una vez que se anuncia la inversión?

Una vez que deciden invertir, nosotros los acompañamos en todo el proceso para facilitarles el camino. Somos su socio estratégico en el Gobierno Nacional. Si el inversor tiene un problema con la Aduana, con algún asunto del comercio, con una aprobación de una licencia, con un registro, con el INTI o con el Senasa, nosotros lo acompañamos para que los procesos de inversión sean eficientes. Y la verdad es que cualquiera que quiere venir a invertir en el país puede acudir a la agencia. Lo que sí cambia es lo que nosotros promocionamos más activamente. Y esa promoción está ligada a los sectores que tienen esa mezcla exacta que permite agregar valor a la economía.

¿Cuáles son estos sectores?

Tenemos un rol importante en Energías Renovables porque estamos cumpliendo una tarea transversal a los ministerios para asegurarnos que las capacidades logísticas estén disponibles para que las 59 compañías, que ganaron las licitaciones de Renovar 1 y 1.5, lleguen a cumplir con sus tiempos. Este es un típico rol de la agencia. Las compañías nos empiezan a venir a ver porque están preocupadas, por ejemplo, porque en el puerto de Bahía Blanca no hay suficiente grúas; o no tienen la cantidad de camiones necesarios para transportar las aspas de 50 ó 60 metros de largo; o las rutas que llevan hacia el campo eólico no están bien mantenidas. Entonces tuvimos que hablar con el Ministerio de Energía, con Transporte, con Producción, con el Gobierno Provincial y con el puerto de Bahía Blanca. Es un sector donde podemos sacar mucho valor porque ninguno de los ministerios lo hace.

¿Qué otros proyectos ayudan a destrabar?

Estamos trabajando con todo el ecosistema de Vaca Muerta: con el sector privado, con empresas como YPF, Pan American Energy y Tecpetrol. Y con un montón de firmas que están invirtiendo en Vaca Muerta, como proveedores, empresas de tecnología y con el Gobierno de Neuquén y el Ministerio de Energía también.

¿Cuánta inversión falta llegar para alcanzar al promedio de la región?

Hicimos un análisis y sacamos dos conclusiones. Por un lado, durante la década de los noventa, la Argentina recibía el 16 por ciento de la IED que llegaba a la región. Y, el promedio de los últimos ocho años, fue del 4 por ciento. O sea que perdimos relevancia en el mundo y en la región en cuanto a ser un destino de inversión. Y la segunda métrica es que en los últimos ocho años tuvimos un promedio de IED del 1,5 por ciento del PBI, mientras que el promedio de la región fue del 4,5 por ciento. Esto significa que deberíamos duplicar la inversión en los próximos años, si solamente lo llevamos al promedio de la región.

¿Cuánto es esto en montos?

El 4,5 por ciento del PBI son casi US$ 25.000 millones. Y eso es a lo que nosotros apuntamos en la agencia. Históricamente, estuvimos entre US$ 8.000 y US$ 10.000 millones anuales de IED.

Siendo realistas, ¿en cuánto tiempo se puede alcanzar esta cifra?

Nosotros tenemos anuncios de inversión, desde diciembre del 2015 hasta abril de este año, de US$ 60.000 millones. Estos son 450 proyectos que se van a desplegar en los próximos cuatro años. Son entre US$ 12.000 y US$ 17.000 millones por año. Y esto se lo comenté al presidente: mi visión es que de los US$ 8000 millones que veníamos recibiendo, pasemos en breve a unos US$ 14.000 millones. Con el tiempo, cuando los grandes proyectos de energía -las centrales térmicas, las nuevas líneas de distribución eléctrica, las inversiones en minería y centrales hidroeléctricas- empiecen a ejecutarse, vamos a llegar a los US$ 25.000 millones de IED por año. Chile recibe US$ 20.000 millones. Nuestro trabajo es que entren esos US$ 15 mil millones adicionales por año.

¿Qué jugadores quedan entrar?

Los japoneses van a empezar a entrar, y cuando lo hacen, lo hacen fuerte. Los chinos y los jugadores del medio oriente van a seguir entrando, y también lo hace con inversiones fuertes. Invierten fichas de US$ 2000 millones a US$ 3000 millones de por año. Con Vaca Muerta, yo creo que hoy ya deberíamos estar entre US$ 5000 millones y US$ 6000 millones anuales. Y Vaca Muerta va crecer, y cuando lo haga, van a ser US$ 12.000 millones por año de inversión. El momento de invertir es ahora porque sigue estando la percepción de que Argentina no es ni Chile ni Suiza, pero estamos yendo a eso.

¿Cuánto ayuda a la promoción eventos como el “Mini Davos”?

Muchísimas comitivas empresarias que han venido a invertir lo hicieron porque estuvieron en septiembre acá.

¿Qué nuevos eventos se vienen?

Tengo ganas de hacer algo el año que viene. Tenemos el G-20 y muchas comitivas empresarias que van a estar viniendo a partir del B-20, que es una parte de la organización de business del G-20. Y es un buen espacio para pensar en hacer alguna cosa.