La declaración la realizó el corresponsal del Diario La Vanguardia en Londres a través de la 99.9 y señaló que “adie sabe lo que pasará porque el Parlamento lo tiene difícil para obtener el Brexit”.
La suspensión del Parlamento en Reino Unido es un tema delicado en el contexto de la discusión por la salida del Brexit y la extensión de ese momento de inactividad ha alcanzado ribetes históricos. Así lo afirmó en la 99.9 el corresponsal del Diario La Vanguardia en Londres, Rafael Ramos: “hace 40 años que no se suspendía por tanto tiempo el Parlamento, es normal que se suspenda en el inicio de una nueva Legislatura, lo que no es normal que sea durante tanto tiempo y sobre todo para que no tengan voz y voto la cámara de los comunes, los representantes legítimos del pueblo británico, en la decisión de la salida de la Unión Europea”.
La monarquía tampoco tiene mucho que decir respecto de estas decisiones políticas, ya que es sólo una figura protocolar: “la Reina es un personaje que políticamente no tiene papel alguno. Sólo respeta la decisión y recomendaciones del Primer Ministro. La presentación del programa de gobierno, por ejemplo, la Reina sólo lo lee. Si hubiese dicho que no acepta la decisión de la suspensión del Parlamento, hubiera sido una crisis monumental”.
A pesar de los pedidos de Jeremy Corby para que el pueblo se manifieste en las calles, Ramos aclaró que “los catalanes como los argentinos, tienen una tendencia a salir a la calle. Los británicos no son tan propensos a esto, excepto con la guerra de Irak cuando salieron a la calle a pedir que no se alien con el gobierno estadounidense en la guerra. Corby está pidiendo que esto suceda, creo que se puedan salir algunos pero no cambiará nada”.
A partir de ahora, la incertidumbre es total y no se sabe hacia donde terminará disparando el tema: “nadie sabe lo que pasará porque el Parlamento lo tiene difícil para obtener el Brexit y conseguir una prórroga pero no es del todo imposible”.
Mientras tanto, el pueblo británico vive una verdadera grieta: “el pueblo está dividido al 50% entre el sí y el no. Esto crea una tensión, las conversaciones familiares los domingos, las charlas con el peluquero, si tienes un incidente en la calle con el coche, se evita hablar de política excepto con personas que piensan igual”, indicó finalmente.