El director de Cáritas Formosa habló en la 99.9 sobre la situación de Ramón, un joven de 13 años que tiene como sueño aprender e ir a la escuela, algo mínimo de lo que se carece en la provincia de Gildo Insfrán: “hay muchos Ramones y la única posibilidad que tienen es irse”, destacó.
Lejos de ser una provincia de ensueño y su gobernador, Gildo Insfrán, un político ejemplo como lo planteó el presidente Alberto Fernández; Formosa padece cotidianamente las decisiones de un gobierno con características feudal que tiene a su pueblo pendiente de un méndigo que llega del estado y no les alcanza.
La historia de un joven que quiere aprender a leer y pide una bicicleta para poder ir al colegio, se transformó en sólo una parte de la realidad que puede visibilizarse en esa provincia. El director de Cáritas Formosa, Ramón Cubilla, habló en la 99.9 sobre la situación que atraviesa su tocayo de apenas 13 años: “hay muchos Ramones en Formosa pasando por estas situaciones, es muy triste ver la realidad de todos ellos. Alguno a pesar de la ignorancia tratan de salir adelante, hay muchos que migran y por eso nuestros campos no tienen la producción de otros tiempos. Nos vamos quedando sin plantaciones, sin animales y sin cosecha”.
Conseguir un trabajo digno en la provincia es casi una utopía porque todo depende casi en su totalidad del estado: “Formosa carece de industria, de producción; es triste la realidad del formoseño. Nos duele esta realidad porque no la podemos cambiar. En Formosa hay un alto porcentaje de empleados públicos. Tenemos un gobierno de hace más de 30 años en el poder, todo a cargo de una misma persona, es una especie de feudalismo y nuestros jóvenes no conocen otro tipo de gobierno”, agregó Cubilla.
La única salida es irse de la provincia porque no hay industrias que puedan instalarse en Formosa para brindar una fuente laboral privada: “si alguien quiere poner una industria, tiene que pasar un proceso muy importante y hablar con el gobierno. Muchos intentaron y no pudieron. Cuando hay un gobierno totalitario es imposible hacer producción”.
Este tipo de régimen lleva a la desigualdad absoluta porque el costo de vida es muy alto y los sueldos del estado, los únicos disponibles, son míseros: “Formosa tienen una producción de petróleo muy importante en el oeste y nosotros nunca desde los años 80 recibimos el gas en nuestra provincia. Estamos pagando el gas y la luz más cara del país. En una vivienda familiar, la luz no baja de 5 mil pesos y el sueldo es magro, el empleado público cobra 38 o 40 mil pesos”, finalizó.