Atornillarse a las encuestas y a las estadísticas tiene siempre riesgos: no hay nada más insidioso que esconder una mentira –social- entre dos verdades –numéricas-. Tampoco es imposible ignorar esta herramienta técnico-profesional que, en buenas manos, resulta de invalorable ayuda a la hora de tomar una decisión.
El manejo y disponibilidad de datos hacen posible reflexionar antes de actuar, no sólo por lo que los números fríos plantean sino por la percepción que la sociedad tiene de ellos, la forma en que el poder los manipula, la eventual tendenciosidad informativa, y un largo etcétera.
Sobre distintos aspectos de la realidad nacional y provincial pudimos conversar con el diputado Mauricio Longin D´Alessandro (aunque se lo conozca sólo por el segundo apellido), hombre joven de Tandil, legislador electo hace apenas dos años por el partido UDESO que responde a De Narváez. Hombre de sensibilidad social y artística –fue profesor de dibujo y pintura antes que abogado-, va desgranando su lectura sobre la situación en este reportaje que comenzó con un tema que en otra oportunidad abordamos, el del mal estado de las rutas y el pobre presupuesto de Vialidad Provincial.
Noticias & Protagonistas: La Comisión Nacional de Usuarios Viales se quejaba amargamente de la indefensión que sienten por parte de la Legislatura, ya que hay cambios de mano en autovía, o nuevas concesiones y aumentos de tarifas, pero nada se modifica a favor del usuario. ¿Es tan así?
Mauricio D´Alessandro: La verdad es que tienen razón. De todos modos, la Legislatura tiene limitadas formas de hacer cumplir el presupuesto, porque la realidad es que las obras figuran, pero a medida que pasa el tiempo, el Ejecutivo aspira los fondos; que si bien son magros, se ejecuta menos todavía. Hablé con algunas asociaciones viales que se reúnen en el interior, y les recomendé hacer amparos, lo mejor que uno puede hacer es judicializar algunas de las obligaciones que tiene el Poder Ejecutivo. La Provincia es un gran chichón, todas las rutas lo son. Y lo peor es que si lo que se ve en la ruta es un chichón, imaginemos lo que está debajo: salud y otras cuestiones resueltas a los ponchazos.
N&P: Vayamos al área Salud entonces: ¿cuál es su apreciación sobre el funcionamiento de este rubro?
MD: El ministro de Salud hace lo que puede, se ocupa cubriendo emergencias; el otro día pasó con un bebé, Santino, arrojado a la basura pensando que estaba muerto en un hospital de Del Viso, yo lo llamé un domingo a las 21 y se ocupó él personalmente. Con eso se disimula el déficit general en salud, pero las preocupaciones son grandes. Lo mismo pasa con la inseguridad, problema central para el 85% de la sociedad: puede decirse que ya no queda nadie que no se preocupe por esto. Es inusual; y después vienen la inflación y el desempleo. Luego, en cuarto lugar está el acceso a la salud, que no se ve en la gente que tiene trabajo y alguna cobertura, pero aunque parezca mentira, es probable que usted no vea un pobre en su vida: porque para ser pobre, 4 personas en una familia tienen que ganar 1.800 pesos. Pobre es para el Gobierno que ganen eso entre cuatro… es imposible verlos, no hay. Eso nos pasa en la realidad a todos, incluyendo los legisladores. Hay 13 millones de pobres reales en el país, el 30% del total.
N&P: Todos sabemos que las cifras oficiales son un disparate. Pero hay sociólogos y gente que trabaja haciendo encuestas, que no responden a Moreno, y sin embargo defienden el modo de evaluar diciendo que son normas internacionales. Algo debe de estar mal…
MD: Hay tanta manipulación de datos que aunque la convención sea internacional, hacen que los cupones de bonos “crezcan” exponencialmente porque se modifica la tasa de inflación; uno compara PBI que sube en pesos más que la inflación oficial, y entonces se tergiversa. Lo mismo pasa con la jubilación: los salarios crecieron 30,1% en promedio en 2012, pero apenas sobre la inflación, y no se cumple el 82% móvil.
N&P: Es que las estadísticas se pueden leer de muchas formas…
MD: Por lo menos hay 3 formas de leer la estadística: los números buenos, los malos, y la realidad. Me llama la atención que la Argentina creció mucho, pero ni aun al 10% en 10 años se puede bajar más que el 1 o 2% de pobreza; la línea de bienestar está muy lejos de la parte baja de la pirámide. La pobreza está desenganchada de la curva de hábitat válido, no hay forma, por más que el modelo le vuelque mucho del sobrante, no revierte el crecimiento de la pobreza. El modelo se agota.
N&P: Hay un núcleo que está en marginalidad; un aspecto es lo que tiene que ver con ellos, y otro es el de los que viven de ellos. Hay dinero que se trafica por organizaciones intermedias, algunas del mismo Estado…
MD: Es interesante, en parte adhiero. Estos mecanismos de subsidio son difíciles de controlar y ordenar. Sobre eso miraba una encuesta aún no publicada, sobre qué piensa la gente sobre los saqueos. Una mayoría piensa que reflejan la marginalidad, un 35%; pero un porcentaje alto, de casi el 32% entiende que fueron fomentados por el sindicalismo, y otros, por el propio Gobierno. Lo que uno no puede negar es que la gente roba LCD porque la misma cantidad de plata en bananas no cabe en un changuito.
N&P: Fueron calificados como delincuentes. Pero, ¿podría eso interpretarse como una criminalización de la protesta social?
MD: Sería la antítesis de lo que el Gobierno kirchnerista viene planteando desde sus inicios, con una visión muy sesgada. Calificados como delincuentes, criminalizando la protesta social que era bandera K, es una visión sesgada. La gente que va y roba un LCD, más allá de la calificación, llegó a un punto em que es capaz de hacer lo que hace y vuelve al barrio. Si es barrio de gente de trabajo, los ven como ladrones, pero no en los lugares que ellos viven. Es una descomposición y fracaso del modelo. Se vuelca dinero hacia abajo, mucho se desperdicia, otra parte llega, pero aún están tan lejos del nivel de bienestar y siguen sin trabajo, que no pueden salir ni recibiendo los planes. Entonces salen a robar, caen en la droga, no tienen salida de la marginalidad por la exclusión. Ya no es volcar más plata la solución, y sin embargo la franja aumenta.
N&P: Planteándolo con todo cuidado, el otro problema de ese sector es que las niñas ya empiezan a ser mamá a los 13 o 14 años…
MD: Sí, duele decirlo, pero es tal cual. A una nena de 15 años le preguntaron por qué no abortó, y dijo que era porque su hija era lo único que tenía. Casi no hay delincuentes viejos en la calle, ya aprendieron a palazos, pero los jóvenes se vuelcan porque prefieren vivir un día bien que muchos mal.
Mirando el futuro
Una cosa interesante es lo que piensa la población sobre el futuro; al parecer según las encuentras, las mujeres piensan que vamos a estar peor. El hombre es más optimista, en especial los jóvenes y sobre todo los que tienen estudios universitarios o posibilidades de estudiar, no tanto los otros. El acceso está tan lejos para algunos, no menos del 30% del total, que se genera una desazón. Pensemos que en 1974, el nivel de pobreza en Argentina cuando querían tomar el poder por asalto y pensaban que el peronismo le iba a dar respuesta a la pobreza, era del 3,4%. “Con un plan como el de Martínez de Hoz, la pobreza era 8% –recuerda D’Alessandro-. Con la híper de Alfonsin 41%, baja al 20% y luego vuelve a subir al 30% con Menem, alcanza el 50% con De La Rúa, y hoy vuelve al 30%”. Si nos movemos con estas estadísticas, el mejor momento “K” es como el peor de Menem, con su plan de desocupación altísima. El problema es que en el país aumenta siempre el nivel de pobreza, se haga lo que se haga.
Hay sinergias concurrentes, dos núcleos de origen; uno es la herencia del Proceso, y la segunda es la destrucción del sector público sin políticas de inserción de reemplazo. Y hoy, una tercera generación de marginales que creó su subcultura y vive en ella. Una docente del Gran Buenos Aires comentaba días pasados que hay un sector de chicos que no puede engancharse en la escolarización. Chicos de 17 años que hacen 1º año por cuarta vez. Este tema hay que pensarlo en defensa de la propia sociedad.
Lo mismo podría decirse del déficit de vivienda y de las pésimas condiciones de hacinamiento en la que viven millones de argentinos. “Después, claro, se condena al pobre que roba un LCD en lugar de comida, pero luego se incita a la gente a que compre LCD para evitar sufrir el aumento y alcanzar el compre nacional. Hay un mundo al que los del 30% marginal no puede entrar”, concluyó el legislador provincial.