El investigador de CONICET forma parte de un grupo de trabajo que diseñó una serie de recomendaciones que tienden a controlar mejor los posibles rebrotes con medidas controladas.
Controlar los rebrotes parece un verdadero desafío para el mundo en estos momentos. Un grupo de investigadores de CONICET, diseñaron una serie de medidas aplicables para que, como señalan, no se “achate la curva, sino que directamente se la demuela”.
Entre ellos, está Rodrigo Castro especialista en Ciencias Exactas que habló sobre el objetivo que persiguen: “no se debe repetir lo que vemos como un error que es mantener una meseta alta. En esta segunda ola se está repitiendo y parece satisfacer a muchos dirigentes pero en realidad no es lo conveniente. Es una máquina de generar muertes evitables”, explicó a través de la 99.9.
Ellos mismos se encargaron de diseñar recomendaciones que pueden ser aplicadas de acuerdo a las características de cada ciudad o provincia: “hay que tomar las políticas necesarias para demoler la curva y no para aplastarla. Hicimos una propuesta de 9 puntos con medidas permanentes hasta que esto termine luego de una campaña efectiva de vacunación y también intermitentes que tienden a aplastar la curva hasta casos lo suficientemente bajos para ser manejable y evitar rebrotes con medidas que se usan ahora”.
Lo que proponen está lejos de la cuarentena estricta que se aplicó hasta finales del año pasado, sino que tiene que ver con algo más focalizado: “no hay que cerrar todo, todo el tiempo en todos los lugares a la vez, sino algo distinto de acuerdo a nuestros cálculos matemáticos que es una de las disciplinas de nuestro grupo”
En ese sentido, apuntó hacia dos aspectos básicos: “se puede hacer un diseño selectivo donde se atacan ciertos aspectos de movilidad socio económica donde tendré el mayor impacto en evitar que circule el virus. La intermitencia habla de períodos de tiempo que no sean tan largos porque cuando se cerraba algo no sabíamos cuando terminaba. Acá hablamos de períodos cortos de 9 días, por ejemplo. Hay una planificabilidad porque la sociedad puede organizarse y las pérdidas económicas pueden calcularse”.
Lo que llamó la atención también dentro de su exposición fue que tomó a Formosa como un “ejemplo exitoso” a pesar de que suprimieron las libertades de muchas personas e incluso algunos todavía están con sus libertades coartadas: “Formosa tuvo una lectura de la necesidad de aplicar y hacer cumplir con éxitos. En cantidad de muertes está a niveles de Nueva Zelanda y Australia. Hay que ver que decisión política se toma, si salvaguardar la vida o si el interés político pasa por no perder votos, eso es lo que yo creo y no tiene que ver con mi trabajo en el CONICET”, aclaró.
De todas maneras, luego aclaró que se trata de un hecho aislado y de las circunstancias específicas: “creo que lo que sucedió en Formosa no se puede replicar en todo el país por las distintas realidades socio económicas que tiene nuestro país. Fuimos contactados por funcionarios de Salud de Formosa como de otros países para brindar algunos consejos y medidas que fueron puestas en consideración”.